Las hemorragias nasales ocurren con mayor frecuencia en la temporada invernal, debido a que el aire frío provoca resequedad en las mucosas y ésta puede causar costras.
En estas condiciones ambientales, la lubricación que necesita la nariz se complica y la hace más sensible a sangrados.
La hemorragia nasal se presenta cuando se rompen los vasos nasales por diversas causas, como irritaciones causadas por resfriados, alergias, sinusitis o rinitis; excesiva humedad ambiental, tener desviación en el tabique nasal, exponerse a humo de tabaco o haber sufrido una cirugía nasal reciente.
Estos sangrados suelen presentarse en la parte frontal de la nariz y provocan sangrado abundante, palpitaciones, respiraciones breves, hematomas y palidez en la piel, pero pueden controlarse por un profesional de la salud.
Si se presentan hemorragias nasales recurrentes, recomendó no ignorarlas y acudir al médico, pues también pueden ser señales de otros padecimientos como dificultades para la coagulación o bajo índice de plaquetas.
En esta temporada se recomienda cubrir boca y nariz para evitar el aire frío y seco, así como mantener humectada la parte externa de la nariz.
También es importante tomar suficientes líquidos y vitamina c, a fin de prevenir infecciones respiratorias.
Fuente: Erick Rodríguez