En la mayoría de los casos, las esencias se deberían tomar de cuatro a seis veces al día, aun cuando esta frecuencia puede incrementarse en los casos más agudos o de emergencia a una cada hora o a una frecuencia aún mayor, cada 10-15 minutos.
Por otra parte los niños y/o personas muy sensibles pueden requerir disminuir la frecuencia de las dosis a una o dos veces al día. Aunque las esencias pueden utilizarse durante períodos cortos en casos agudos, su uso ideal es a largo plazo para obtener un cambio estable y profundo a nivel mental y emocional.
En este nivel, el ciclo más común para el uso de una esencia es de 4 semanas o un mes, un intervalo temporal que se correlaciona poderosamente con el cuerpo astral o emocional.
Períodos de siete o catorce días pueden resultar significativos también en el proceso de crecimiento.