Déspota, autoritario, caprichoso y pretencioso. ¿Quién le viene a la mente? ¿Bush, Castro, Chávez, Hussein o Bart Simpson?
Si abre el telón descubrirá, que se trata, nada más y nada menos, que de los niños y adolescentes del siglo 21, a quienes en lugar de ponerles límites se les controla “tapándoles la boca con medicamentos”.
Esa es la conclusión a la que ha llegado el psicoanalista Joseph Knobel Freud, sobrino nieto del padre del psicoanálisis, quien siguió los pasos de su tío abuelo.
La falta de límites crea niños inquietos que se portan mal en la escuela y no prestan atención, asegura Knobel Freud. ¿Y qué hacen los papás? Los llevan con el neurólogo o psiquiatra para que les dé un medicamento que los va a dejar quietos en clase.
“Se les emboba, se les atonta con una medicina“, afirma el psicoanalista de niños y adolescentes, quien asegura no sólo quererlos, sino también que le encanta trabajar con ellos.
Sin embargo, considera que sí hay enfermedades que requieren tratamiento farmacológico, pero lo ideal es que en éstas trabajen juntamente psiquiatra y psicólogo.
Hijo de madre y padre psicoanalistas, Knobel Freud comenta que Sigmund Freud es el autor del psicoanálisis que más le gusta. Además de respetarlo y admirarlo tiene “muchas ganas de transmitir sus ideas a las futuras generaciones”.
¿Cuáles son los principales conflictos de los niños y adolescentes de la actualidad?
El gran problema del niño y adolescente del 2008 es que nadie les pone límites; por eso son demandantes, inquietos, ansiosos, miedosos, angustiosos… Los adultos que están a su cargo y cuidado los han vuelto de esa forma.
Los niños y adolescentes de la actualidad son incapaces de esperar, y esto se les fomenta desde que son bebés. Cuando el bebé nace, los pediatras recomiendan a las madres darles pecho cuando lo demanden; entonces, las mamás se lo dan cada vez que lloran.
Los psicoanalistas no pensamos igual: creemos que la mamá tiene que esperar las tres o cuatro horas pertinentes antes de que su bebé reciba nuevamente pecho.
Otro conflicto es que los niños y adolescentes no son escuchados: se les tapa la boca con medicamentos. Los niños inquietos, por ejemplo, son diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, el cual está de moda.
Pero habría que cuestionarse: ¿por qué está de moda? Lo está porque los laboratorios presionan para vender el medicamento con el que se trata este trastorno. Insisto en que lo único que se logra es atontarlos, y no resuelve el conflicto. Luego no se quejen de que el adolescente se tape la boca con cervezas.
¿Cómo ayuda el psicoanálisis en el tratamiento de niños y adolescentes?
Se tiene que trabajar tanto con los niños como con los padres, para que sean estos últimos quienes tomen las medidas pertinentes e incluso analicen por qué no las han asumido antes.
Los psicoanalistas decimos: “sentémonos y reflexionemos; no tapes el síntoma con medicina; lo que se necesita es comunicación”.
A los papás se les cuestiona: ¿cuántas veces al día habla con su hijo? ¿Cuántas veces juega con él? La idea es tratar el problema sin tapar el agujero con algún medicamento.
Fuente: Joseph Knobel Freud
Realmente, estoy completamente de acuerdo, los niños hoy en dia estan a la deriva ,porque no se les coloca limites ni normas. Por eso la juventud hoy dia esta totalmente desorientada…..Ojala y volvieramos a la formación de antes….
Estoy completamente segura que no habria tanta degradación social.
Mil gracias