Fumar durante el embarazo pone en riesgo el desarrollo del sistema inmunológico del bebé, afirman científicos australianos en un artículo publicado en la revista especializada European Respiratory Journal.
La investigación de Susan Prescott y colegas de la Universidad de Australia Occidental en Perth podría explicar por qué los hijos de madres fumadoras presentan un riesgo mucho mayor de sufrir problemas en las vías respiratorias y asma que los niños de madres no fumadoras.
El humo de tabaco debilita el sistema inmunológico innato de los niños, observaron los expertos. En el momento del nacimiento, el sistema inmunológico no está totalmente desarrollado y madura por el contacto con antígenos o agentes patógenos.
Hasta que esto ocurre, los recién nacidos están protegidos por los anticuerpos de la madre y por el sistema inmunológico innato.
Los científicos extrajeron células de la sangre del cordón umbilical de 122 recién nacidos. A continuación estimularon selectivamente células inmunes que poseen determinados receptores tipo Toll (Toll-like receptor – TLR).
Normalmente estos receptores TLR son activados en el marco de la respuesta inmunológica innata, cuando entran en contacto con bacterias, virus y otros agentes. Así se forman anticuerpos, que destruyen al agente patógeno.
En los bebés de fumadoras, los expertos hallaron una cantidad significativamente menor de estos anticuerpos. Ante todo el nivel de citoquina interleucina 6, interleucina 10 y del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alpha) bajó en comparación con los niños de madres no fumadoras.
Por lo tanto, fumar durante el embarazo no sólo perjudica el desarrollo de las vías respiratorias del bebé, como se sabía hasta ahora, sino también el sistema inmunológico, concluyen Prescott y colegas.
Además, el humo del cigarrillo perturba el desarrollo del sistema inmunológico adquirido, según las investigaciones. Este es programado, entre otros, con ayuda de los receptores TL. El estudio, afirman los científicos australianos, también podría aportar nuevos datos para la llamada “hipótesis de higieneâ€, que afirma que la reacción normal del sistema inmunológico ante agentes patógenos evita la aparición de alergias.
El humo del tabaco posiblemente suprime estas reacciones normales y de esta manera se eleva el riesgo de sufrir alergias.
Fuente: DPA