Los tratamientos quiroprácticos, como los masajes y manipulación de la columna vertebral, pueden producir en la persona efectos secundarios peligrosos que a menudo no son reportados.
Esa es la conclusión de científicos en el Reino Unido que llevaron a cabo una revisión de los estudios publicados sobre estos tratamientos.
Encontraron que de los 60 estudios analizados sólo uno incluyó ‘información completa’ sobre la incidencia y severidad de estos efectos, que incluso pueden ser fatales.
Y casi la mitad no mencionaron ningún síntoma adverso.
Esto ha provocado que los tratamientos quiroprácticos a menudo parezcan más seguros de lo que realmente son, expresan los investigadores en el New Zealand Medical Journal(Revista Médica de Nueva Zelanda).
Estudios en el pasado han revelado que la manipulación de la columna vertebral que se lleva a cabo durante la quiropráctica puede dañar las arterias que abastecen al cerebro lo cual puede tener consecuencias letales.
Según el profesor Edzard Ernst, experto en medicina complementaria de la Escuela Médica Península de la Universidad de Exeter, Inglaterra, quien dirigió el estudio, estos riesgos no han sido bien documentados en los ensayos clínicos sobre la seguridad y efectividad de los tratamientos quiroprácticos.
Tal como expresa el investigador, esta ‘inapropiada falta de información’ en una intervención médica no es ética y está creando una imagen falsamente positiva sobre la seguridad de esta práctica.
La quiropráctica es una intervención médica para el tratamiento de trastornos del sistema musculoesquelético, como problemas de músculos y articulaciones.
Pero algunos practicantes afirman que esta terapia puede utilizarse también para aliviar otros problemas generales de salud, incluso en niños.
‘La mayoría de la gente cree que las terapias alternativas son seguras’, dice el experto.
‘¿Qué puede haber de peligroso en un masaje? Se preguntan muchos de mis lectores. ¿Ciertamente nadie puede resultar perjudicado con un tratamiento tan natural, agradable y gentil?, dicen’.
‘Pero, ¿qué tan seguros estamos de que esto es cierto?’, agrega el investigador. Para saber con certeza qué tan seguro es un tratamiento médico se necesitan datos.
Pero, tal como señala el profesor Ernst, en la quiropráctica y la medicina alternativa en general hay una ‘extraordinaria ausencia’ de datos.
Fuente: Edzard Ernst