La alta exposición a la violencia está causando que las personas pierdan contacto con la realidad, es decir, padecen psicosis.
Se advierte que esta violencia puede ocasionar que las personas se violenten a sí mismas.
Por el contrario, hay quienes ante la violencia son resilientes, sin embargo, mientras mayor es la exposición a la violencia menos es la posibilidad de que lo sean.
De acuerdo con expertos, necesitamos sanar tanta violencia a la que estamos expuestos y una de las mejores formas de hacerlo es visibilizándola, como sucede con organizaciones de madres con hijos desaparecidos, por ejemplo.
Es una manera de sensibilizar a nivel social y mostrar que existen los eventos e impactan socialmente, y que no se no olvide que existe la violencia y que esto no es normal.
Y es que según la tesis de la socióloga y psicoanalista francesa FranÁ§oise Davoine, si no lo hablas la gente lo niega.
Dice no existió. La sociedad tendemos a negar, a no querer saber.
Por ello, generaciones que no estuvieron expuestos directamente a la violencia, como soldados combatientes durante la guerra, también actuarán la violencia.
El efecto traumático está presente no sólo en las víctimas directas de la violencia sino que también se transmite a otras generaciones ese sufrimiento psíquico.
Por ejemplo, en la población europea después de la Segunda Guerra Mundial bajaron las tasas de natalidad porque no deseaban traer hijos a sufrir. Se transmite y se actúa. Tienen dolor, depresión, desazón hacia la vida.
Fuente: Martha Inés Mariela