Más del 80 por ciento de los pacientes que tienen un diagnóstico de cáncer presentan algún problema psicológico, pero 50 por ciento llega a necesitar apoyo psiquiátrico.
La depresión y la ansiedad son los trastornos más frecuentes y muchas veces no son atendidos. Los pacientes que tienen dificultad en adaptarse representan un claro reto para el equipo clínico, ya que el mismo equipo se ve en la necesidad de responder a múltiples problemas psicológicos y sociales.
Las intervenciones psicológicas y psiquiátricas a través de tratamientos influencian la morbilidad y mortalidad del paciente con cáncer (psicobiológico).
Es por ello que se hace hincapié en tratamientos dirigidos a prevención, psicoterapia, psicofarmacología y terapias alternativas. El diagnóstico de cáncer afecta a los pacientes y sus familiares en múltiples áreas.
La palabra cáncer, de por sí, trae temor y produce altos grados de incertidumbre, lo cual genera altas demandas para los pacientes y sus familias.
Virtualmente, todos los pacientes que se diagnostican con cáncer tienen una respuesta inicial de malestar, estrés o perturbación emocional.
Se ha establecido que hasta un 50 por ciento de las personas con cáncer presentan alguna alteración psicológica que amerita tratamiento con medicamento.
Hasta hace 25 años los aspectos psicológicos y sociales relacionados con el paciente con cáncer no habían sido estudiados abiertamente; pero, poco a poco, pequeños grupos de personal clínico e investigativo en diferentes partes del mundo han empezado a estudiar estos aspectos, lo cual ha generado la aparición de la psicooncología como una subespecialidad dentro del área oncológica.
Fuente: Patricia Espino