Pregunte a su alrededor: “¿Cuándo fue la última vez que visitaste al dentista?“. Seguramente recibirá respuestas como: “Mmm… ya ni me acuerdo”, “Creo que el año pasado”, “Nunca voy, ¿para qué?”. La mayoría de las personas no consideran la salud bucal como algo fundamental, pues piensan que de caries nadie se muere.
Quizá cambiarían de opinión si supieran que estudios científicos han demostrado que las enfermedades dentales pueden provocar afecciones cardiacas.
La ventaja es que, a diferencia de otros padecimientos, las caries, la gingivitis y la enfermedad periodontal pueden evitarse con tres sencillos utensilios: cepillo, hilo y pasta dentales.
En México, 9 de cada 10 personas tienen caries, así que no forme parte de la estadística, visite a su dentista y ponga manos a la obra para presumir una sonrisa de diez.
A pesar de que es muy sencillo evitar la aparición de la caries con sólo tener buenos hábitos de higiene bucal, este padecimiento se ha convertido en el principal problema epidemiológico del País.
Víctor Guerrero Reynoso, presidente de la Asociación Dental Mexicana, Federación de Cirujanos Dentistas, asegura que la caries es el principal problema de salud en México, pues 9 de cada 10 personas lo tiene.
La caries se caracteriza por la destrucción del esmalte y la dentina, lo que provoca un agujero en el diente.
La aparición de la caries se da por la presencia de placa bacteriana, que es una masa sin color llena de microorganismos, la cual se adhiere a los dientes. Las bacterias de la placa, al combinarse con azúcares provenientes de los alimentos, crean un ambiente propicio para la aparición de caries.
La gingivitis y la enfermedad periodontal son otros males comunes en los mexicanos, causados por la falta de una higiene bucal adecuada.
Laura Patricia Sáenz Martínez, especialista en cariología, afirma que alrededor de 60 por ciento de los mexicanos sufre gingivitis, padecimiento que origina la inflamación de las encías debido al acumulo de placa dentobacteriana.
La gingivitis provoca que las encías infectadas sangren con facilidad, se retraigan y se separen de los dientes, además desencadena la enfermedad periodontal.
Araceli Toriz García, cirujano maxilofacial del IMSS, indica que en México la enfermedad periodontal afecta al 50 por ciento de la población.
La especialista explica que el padecimiento periodontal provoca un deterioro del soporte óseo de los dientes y de los ligamentos, lo que puede provocar la pérdida de piezas. Y si se pierden no sólo se desajusta la dentadura, sino que se afecta la masticación, lo que puede ocasionar problemas digestivos, pues los alimentos deben ser masticados antes de deglutirlos entre 20 y 30 ocasiones, y de no ser así, se obliga al estómago a realizar la función de los dientes.
Mal ejemplo
Los especialistas consideran que el problema viene de origen, es decir, los papás no se cepillan los dientes las veces necesarias y no tienen la técnica adecuada, ni lo hacen en el tiempo necesario, y los hijos heredan estos malos hábitos.
De acuerdo con Sáenz Martínez, esto se debe a la falta de información sobre las consecuencias que puede provocar la ausencia de una buena higiene bucal, pues los padres no dimensionan la gravedad y las complicaciones que se desencadenan.
Otra forma de prevenir las enfermedades bucales antes mencionadas es al acudir regularmente con el odontólogo; se aconseja hacerlo cada seis meses.
Sin embargo, las personas no van de manera preventiva con este especialista porque, según Guerrero Reynoso, hay una cultura del dolor, esto significa que sólo lo visitan cuando experimentan dolor.
“Cuando duele es porque el proceso está ya muy avanzado y la experiencia de ir al odontólogo se vuelve traumática”, comenta.
Sáenz Martínez indica que los papás deben llevar a sus hijos al dentista desde los primeros seis meses de nacidos.
De hecho, deben ser instruidos por el dentista sobre cómo lavarle al bebé el primer diente.
Guerrero Reynoso comenta que una vez que los niños tienen la dentadura completa, los dentistas pueden colocar resina en los zurcos de las muelas para sellarlas, con la idea de que la comida no se quede incrustrada. Esta es otra forma de prevenir enfermedades bucales.
Alimentación
El tipo de alimentación también juega un papel preponderante en el desarrollo de las enfermedades bucales antes mencionadas.
En términos generales, se ha observado que aquellos individuos que tienen un alto consumo de azúcares y harinas refinadas tienen mayores posibilidades de tener caries, ya que al combinarse con la placa bacteriana favorecen la destrucción del esmalte y la dentina.
La publicación Barriga Llena, Corazón Contento, editada por la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE, refiere que se ha observado que en edades tempranas la aparición de caries puede deberse al síndrome del biberón.
Este síndrome se debe a que se deja que el niño se duerma mientras chupa un biberón que contiene té, jugo, leche o cualquier otro tipo de líquido azucarado, lo que provoca la destrucción de los dientes de arriba, incluso antes de los 18 meses de edad.
Fuente: Víctor Guerrero Reynoso y Laura Patricia Sáenz Martínez
