Por descuido, los pacientes alérgicos pueden tener al enemigo en su propia casa. Y es que a veces las tuberías con fuga, la llave de la regadera que gotea o las paredes llenas de humedad pueden ser la fuente de su problema de salud.
Jay M. Portnoy, jefe del Departamento de Alergia, Asma e Inmunología de The Children’s Mercy Hospital, en Kansas, afirmó que incluso el ambiente al interior de una casa puede ser tan dañino como el exterior.
“Tenemos que invertir tiempo en ver lo que el paciente está respirando. Hay que preguntarles cómo es su casa, qué sucede dentro de ella y algunas veces, si logramos identificar cosas simples que pueden estar causando problemas y pueden deshacerse de ello o reducir su exposición, entonces pueden sentirse mejor”, señaló el profesor de Pediatría en la Universidad de Missouri-Kansas City School of Medicine, durante una visita que realizó a Monterrey, Nuevo León.
Por eso, es mucho mejor revisar el ambiente, haciendo una evaluación doméstica, que estar recetando medicinas.
Portnoy indicó que el paciente debe revisar si fuman en su hogar, si se usan pinturas o cortan madera, si cambian regularmente los filtros del aire acondicionado y qué tanto se aspiran las alfombras.
Pero, sobre todo, asegurarse que no hay humedad, porque el moho es una causa frecuente de alergias.
“El agua puede venir de tuberías que tienen fugas y también, si la casa tiene mucha humedad y hay superficies frías, el agua se va a condensar en la superficie, va a gotear y entonces el moho crecerá ahí”, explicó el catedrático.
La falta de mantenimiento básico de la casa puede ser la causa del problema y es que, por ejemplo, muchas veces las tuberías rotas no se reemplazan, sino que se parchan con cualquier cinta, o se pone una cubeta debajo del lavabo, lo que propicia que se haga una colonia de moho.
“Si podemos identificar el problema y deshacernos de él, los pacientes mejoran”, señala Portnoy, quien participó hace unos días en la Reunión Científica Anual, State of Art, organizada por el Centro Regional de Alergia e Inmunología Clínica del Hospital Universitario de la UANL.
“Pero si la casa tiene tantos problemas que realmente no podemos arreglar, entonces los pacientes no mejoran y tienen que tomar medicinas siempre”.
El alergólogo estadounidense recomendó que la gente quite la fuente de humedad, como las fugas y los lugares donde se acumula agua desde el exterior o los que no tienen buena ventilación.
“Pedimos a la gente que consiga un deshumificador que quita el agua del aire; y también si hay sistemas de aire, paredes, alfombras o techos contaminados, deben reemplazarlos, pero no hacerlo sino hasta arreglar la causa principal”.
Portnoy cuenta en la universidad con un equipo que asiste a los hogares a hacer este tipo de revisión, algo que en México no existe. Sin embargo, el médico comentó que los alergólogos pueden establecer relación con las compañías que se dedican a hacer este tipo de revisiones ambientales.
“Estamos dispuestos a enseñar a la gente a hacerlo, no es un secreto, estamos más que felices de entrenar a otra gente”.
Tips
· Eviten el uso de alfombras.
· Desháganse de muebles muy acolchonados, pues albergan más alérgenos.
· Mantengan la casa libre de humedad.
· Prefieran muebles simples, de madera sólida, por ejemplo.
· Cambien con frecuencia los filtros del aire acondicionado.
Fuente: Jay M. Portnoy