Las infecciones gastrointestinales causan la muerte de cada vez más personas y se han convertido en una amenaza sobre todo para las personas de la tercera edad, de acuerdo con nuevos datos publicados el mes pasado.
Las muertes por infecciones en Estados Unidos aumentaron más del doble entre 1999 y el 2007, de 7 mil a 17 mil al año, reportaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El 83 por ciento de quienes murieron tenía más de 65 años.
Cálculos conservadores ubican el número de muertes mundiales por enfermedades diarreicas en alrededor de 2 millones de fallecimientos por año, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
Dos terceras partes de las muertes en EU fueron provocadas por una bacteria, Clostridium difficile, que la gente generalmente contrae en hospitales y hogares para ancianos, en particular cuando han estado tomando antibióticos. La bacteria se ha vuelto cada vez más virulenta en años recientes.
Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al descubrir que la segunda causa más importante de muerte a concecuencia de este tipo de enfermedad era el norovirus. El norovirus provoca una infección sumamente contagiosa, en ocasiones llamada “enfermedad del vómito invernalâ€, que puede propagarse rápidamente en cruceros y prisiones, dormitorios y hospitales.
“Pienso que quizás hay una percepción errónea que el norovirus causa una enfermedad leveâ€, dijo Aron Hall, epidemiólogo en los CDC.
Ambas enfermedades se transmiten por vía fecal-oral, lo que significa que la gente traga gérmenes encontrados en las heces fecales, frecuentemente transmitidos por personas que no se lavaron las manos tras ir al baño.
La bacteria C. difficile produce altas cantidades de dos toxinas potentes que pueden causar estragos en las células que revisten el intestino.
Entre los pacientes hospitalizados en EU, los casos aumentaron a 336 mil en el 2009, de 139 mil en el 2000. Las muertes por la infección parecen haberse estabilizado en los últimos años.
Dos factores llevan típicamente a la infección: tomar antibióticos, que dejan vulnerable al intestino, seguido por la exposición a la bacteria o sus esporas. Las esporas pueden sobrevivir semanas o tal vez incluso meses fuera del cuerpo, y se necesita cloro u otros desinfectantes fuertes para acabar con ellas.
Muchos pacientes se recuperan una vez que dejan de tomar antibióticos, pero algunos caen gravemente enfermos y requieren tratamiento con antibióticos diferentes para deshacerse de la C. difficile. Aún así, el 20 por ciento de ellos sufren recaídas, y algunos sufren daño intestinal que puede ser mortal o incluso requerir cirugía.
Los funcionarios de salud dijeron que muchos casos son prevenibles o al menos tratables y, no obstante, los índices de muertes y contagio han continuado a “niveles históricamente altos e inaceptablesâ€.
Debido a que casi todas las infecciones por C. difficile -el 94 por ciento- ocurren en hospitales u otros entornos del cuidado de la salud, los expertos dicen que doctores, enfermeras, otros empleados médicos y los hospitales deberían asumir gran parte de la responsabilidad para intentar combatirlas.
Las medidas simples de higiene son sumamente efectivas, como limpiar superficies con cloro. Uno de los hechos inquietantes y más repugnantes sobre la C. difficile es que es muy difícil de eliminar de las manos: ni el jabón ni el agua ni los desinfectantes a base de alcohol funcionan muy bien. Para los empleados del cuidado de la salud es mucho mejor usar guantes.
Sin embargo, ¿por qué se ha vuelto la bacteria más virulenta? Una razón probable, dijo Clifford McDonald, epidemiólogo médico en los CDC, es que la virulencia puede ser en ocasiones una ventaja para la evolución. Los gérmenes poco agresivos no sobreviven, pero los terribles que pueden causar mucha diarrea se propagarán más, contagiarán a más gente y derrotarán a la competencia -una característica que la evolución suele favorecer.
El norovirus causa alrededor de 800 muertes al año en EU, dijo Hall, pero casi un 50 por ciento más en los años en que surgen nuevas cepas.
Tan sólo una pequeña dosis del virus, unas cuantas partículas, es suficiente para provocar enfermedad. El periodo de incubación es corto, y el virus puede persistir en superficies durante días o incluso semanas. El frío y la humedad lo ayudan a sobrevivir. Las personas de más edad son más propensas a caer gravemente enfermas y morir a causa de ello.
“El segundo índice más alto de muerte es en niños menores de 5 añosâ€, dijo Hall. Los investigadores intentan desarrollar una vacuna para el norovirus, dijo.
Fuente: Denise Grady