Están conscientes de que rara vez les sucede lo que los astros vaticinan, pero aun así cuatro de cada diez mexicanos acostumbra consultar su horóscopo, según la encuesta nacional telefónica realizada por Grupo Reforma.
Tener certidumbre sobre el futuro es una necesidad humana, coinciden especialistas, quizá esto explique por qué las personas busquen adelantarse a los hechos a través de prácticas mágicas.
Para los humanos, quienes no están ajenos a sufrir daños físicos y emocionales, es muy difícil convivir en un mundo donde hay certeza, pero también mucha incertidumbre, señala Juan Manuel Romero, sociólogo y terapeuta del Instituto Latinoamericano de la Familia.
“No es fácil manejar esta situación, por eso la búsqueda de algo o alguien que afirme que la vida va a ser segura“, precisa Romero.
La antropóloga Gabriela Sánchez asegura que los momentos de crisis empujan a las personas a consultar su horóscopo o a llamar a las líneas psíquicas, aunque según los datos de la encuesta éstas últimas no gozan de tanta popularidad, pues sólo el 1 por ciento ha recurrido a ellas para saber su futuro.
“Cuando se experimenta pérdida de empleo, salud o pareja se busca certidumbre de lo que sucederá. Las pérdidas propician caos en la vida de las personas”, precisa Sánchez, académica de la Universidad Pedagógica Nacional.
Cuando alguien hace una consulta espera escuchar que su situación cambiará de manera positiva o favorable, indica la especialista, quien realiza una investigación sobre prácticas mágico religiosas entre católicos de la Ciudad de México para su tesis doctoral.
Sin Distinciones
Daniel Hernández afirma que los individuos realizan estas consultas por angustias existenciales inherentes a la condición humana.
El antropólogo del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN afirma que esto explica el que personas de cualquier condición social, escolaridad y género consuman este tipo de servicios.
Sánchez agrega que esta es la razón de que todos alguna vez en la vida hayan consultado su horóscopo.
Desde el principio de los tiempos los humanos han tratado de conocer el futuro, explica la antropóloga. “Por ejemplo, durante la expansión del cristianismo en Europa se luchaba contra el paganismo”.
El antropólogo Walter Calzato considera que consultar el horóscopo o una línea psíquica no es recurrir a prácticas esotéricas.
“Se trata de prácticas que en su momento fueron esotéricas, pero ya no lo son”, aclara. Esto porque el esoterismo se relaciona con lo oculto y secreto, y actualmente estas disciplinas son totalmente abiertas. Para Calzato podrían definirse como prácticas mágico religiosas.
Sánchez indica que se refieren a cualquier acción que realice un individuo esperando que a través de una fuerza sobrenatural, que lo rebasa como entidad humana, pueda modificar su entorno, y para las cuales manipula ciertos objetos o instrumentos.
Consultas a Solas
Los expertos aseguran que quienes recurren a estas prácticas buscan el anonimato, porque científica y religiosamente es mal visto.
La Iglesia católica considera lo esotérico como superstición, mientras que para la ciencia escapa al raciocinio, apunta Sánchez.
Los individuos se encuentran en medio de estos dos discursos, por eso cuando consultan su horóscopo, el tarot o una línea psíquica lo hacen en privado, precisa la antropóloga, a quien su investigación académica le ha permitido observar cómo estas prácticas se realizan en la vida cotidiana y en espacios que garanticen el anonimato.
El tipo de consultas que se hacen son muy variables, comenta, pues tienen que ver con el género y la edad.
“Socialmente nos instruyen a tener certezas, a cumplir roles sociales, cuando éstos se ven truncados se presenta la crisis, la incertidumbre y es necesario explorar otros caminos”, sostiene Sánchez.
Fuente: Natalia Vitela
