Las presiones a las que son sometidos los adolescentes a fin que sean superiores o competitivos, los pueden llevar al consumo de drogas para no dormir, que se pueden convertir en una adicción, advirtió el jueves una experta.
La licenciada Adriana Romero Sandoval, del Instituto Nacional de Pediatría (INP, México), de la secretaría de salud, afirmó que la familia es el principal factor protector, no sólo para prevenir la ingesta de drogas y alcohol, sino la delincuencia juvenil.
Al ofrecer una conferencia sobre toxicomanías en jóvenes y adolescentes, Romero precisó que por lo general, a esa edad el consumo de estupefacientes se inicia durante reuniones ocasionales con amigos.
En estos casos hay consumo voluntario, a veces también lo hacen para cubrir una necesidad de alivio a un problema persistente y estresante como maltrato o violencia física y sexual.
Unido a ello, señaló, que en la actualidad en este grupo de población en México hay mayor disponibilidad de tiempo, acrecentado por el desempleo y falta de acceso a un centro de estudios.
Asimismo sienten que sus necesidades están insatisfechas, debido a exigencias impuestas por un medio consumista que los obliga a vestir a la moda, tener celular, viajar en carro y asistir a lugares, lo cual aumenta su aburrimiento, frustración y soledad, manifestó.
Informó que sólo el 17% de los jóvenes mexicanos tiene acceso a la universidad, 24% no estudia ni trabaja.
Señaló además que entre los años 2000-2004 la delincuencia juvenil creció un 24% debido al hacinamiento y falta de espacios públicos para educación, cultura, deporte, empleo y otras necesidades de los jóvenes.
Romero alertó que el problema no se queda en adicción y delincuencia, sino que el joven también presenta problemas de salud como diversos tipos de infección e incluso la muerte por accidente o sobredosis, además de delitos contra la salud.
Fuente: PL