La sequedad vaginal, los picores o el dolor durante el coito son algunos de los motivos por los que las mujeres de mediana edad acuden al ginecólogo. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), el 58% de las mujeres entre 45 y 55 años tiene problemas sexuales.
La pérdida del periodo conlleva una serie de cambios en el organismo de la mujer. La caída hormonal que se produce antes y durante la menopausia puede afectar negativamente a la respuesta sexual femenina, tanto fisiológica como psicológicamente.
Además, otros factores como la existencia de una enfermedad crónica o de problemas psicológicos, el consumo de determinados medicamentos, el estilo de vida e incluso la educación (inhibición sociocultural) pueden influir en el origen de la disfunción sexual femenina.
“Cuando una mujer tiene dificultades para sentirse satisfecha sexualmente evita las relaciones, las pospone, deja de tomar la iniciativa y entra en una rutina sexual que afecta al bienestar personal y de pareja, empieza a practicar ‘sexo por obligación’ y no porque tenga deseos sino para no sentir que decepciona a su pareja, lo cual le hace sentir insatisfecha y deteriora su calidad de vida”, explica la doctora Rosario Castaño, coordinadora del Grupo para el Estudio de la Salud Sexual en la Menopausia de la AEEM.
En los últimos años la visión de la disfunción sexual femenina y de la sexualidad de las mujeres ha dado un giro. No se trata de una simple alteración psicológica, aunque este sea un componente importante, sino que, además, tiene una base física o fisiológica en la mayor parte de los casos.
“Cada vez es más frecuente que con la llegada de la menopausia las mujeres nos consulten sobre problemas o dificultades sexuales que les producen malestar y angustia en detrimento de su calidad de vida”, señala la doctora Castaño, que insistió en que las mujeres “no deben ocultar estos problemas” y deben acudir a la consulta.
Los datos revelados por los estudios indican que la disfunción sexual es más común entre las mujeres que entre los hombres. Aunque la prevalencia de la enfermedad se sitúa en torno a un 43%, la frecuencia con la que estos trastornos se presentan aumenta con la edad.
El abordaje de estas patologías no es sencillo. No obstante, los expertos reunidos en el IX Congreso de la AEEM hicieron hincapié en que la disfunción sexual puede y debe tratarse, ya sea con medidas farmacológicas o a través de otras vías, como la psicoterapia o el uso de lubrificantes y estimulantes.
Fuente: elmundo.es
Soy una mujer de 33 años, Me realizarÁ²n a los 25 años una histerectomÁ¬a, no tengo actividad sexual, altualmete. Si en algun momento lo tendrÁ¬a me afectarÁ la difuciÁ²n sexual.
No debemos especular; sin embargo, la histerectomía que le realizaron hace años no debería provocar un problema de disfunción sexual.