Uno de cada tres podría ser diagnosticado con algún tipo de cáncer a lo largo de su vida, de acuerdo con la Secretaría de Salud de México, pero lejos de aterrarnos, la recomendación de los expertos es hacer todo lo que está en nuestras manos para evitar este padecimiento o detectarlo a tiempo.
Se destaca que el cáncer detectado a tiempo se cura y, de hecho, hay medidas muy simples con las que podrían evitarse más de la mitad de los cánceres más frecuentes.
El primer consejo: no fumar, porque el tabaco provoca aproximadamente el 22 por ciento de las muertes anuales por cáncer.
La gente relaciona sólo el cáncer de pulmón con el consumo de tabaco pero los cancerígenos que se inhalan a través del cigarro se depositan en todos los órganos con los que entra en contacto el humo.
Es un factor de riesgo para cáncer de boca, lengua, laringe, orofaringe, bronquios y pulmones pero también para cáncer de mama, cérvix, próstata, riñón, vejiga, estómago, entre otros.
Llevar una dieta saludable y realizar actividad física diariamente para mantener un peso adecuado también es primordial porque la obesidad puede causar cáncer.
Hay muchos genes que se activan con la obesidad y que provocan la proliferación de células cancerosas, eso se denomina histocompatibilidad compartida. Hay sustancias como la interleucina y la leptina que se liberan en el tejido graso y que favorecen que las células muten.
Algunos cánceres relacionados con el sobrepeso y la obesidad son el de esófago, colon y recto, mama, endometrio y riñón.
Un adecuado consumo de frutas y verduras, por lo menos cinco raciones al día, es por sí solo un factor protector contra el cáncer.
Por el contrario, el consumo excesivo de carnes rojas y en conserva se asocia a un mayor riesgo de cáncer colorrectal, por ejemplo.
Algo que también está en nuestras manos es vacunarnos contra la hepatitis B para prevenir el cáncer de hígado y contra el virus del papiloma humano (antes de iniciar la vida sexual activa) para prevenir el cáncer cervicouterino, de pene y de la cavidad bucal.
El conocimiento del cuerpo y la autoexploración son muy importantes, pero no sirven de nada si la persona ignora los síntomas y no acude al médico.
Si detectamos algo anormal en el organismo debemos hacerle caso. Puede ser un sangrado espontáneo por cualquier orificio del cuerpo, una bolita aunque no cause dolor, una úlcera en la piel o en cualquier cavidad que se descama y sangra, presencia de sangre en la orina o en las evacuaciones.
También cualquier enfermedad que no ceda en el tiempo ordinario, por ejemplo, una tos o un cuadro diarreico que dura semanas.
Finalmente, la curación del cáncer depende no sólo de que sea detectado a tiempo, sino de que el paciente sea muy responsable con su tratamiento.
Hay pacientes que recurren a ‘tratamientos’ alternativos como uña de gato, veneno de escorpión azul, iones, cationes, medicina hiperbárica, carne de zopilote, cartílago de tiburón y cualquier cantidad de remedios.
Lo que hay que entender es que estamos tratando con una enfermedad que puede poner en riesgo la vida y que debe ser tratada con la medicina oficial, la que ha demostrado ser eficaz”, subraya.
Las reglas básicas para prevenir el cáncer
– No fumar y moderar el consumo de alcohol.
– Consumir frutas, verduras y cereales todos los días.
– Evitar el exceso de peso y hacer ejercicio.
– Evitar las exposiciones prolongadas al sol.
– Vigilar si los lunares cambian de color, tamaño y son irregulares.
– No exponerse a sustancias consideradas cancerígenas (asbestos, humo del tabaco, contaminantes de los alimentos).
– Asistir al médico si se detecta cualquier signo anormal en el cuerpo.
– Asistir a revisión médica una vez al año.
– Conocer el cuerpo y examinarlo periódicamente.
– Realizarse el papanicolaou (a partir de los 20 años) y someterse a una revisión periódica de la próstata (después de los 40 años).
– Vacunarse contra el virus del papiloma humano y la hepatitis B.
Fuente: Ángel Herrera, oncólogo.
