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Relación de pareja puede cambiar los hábitos alimenticios

Cynthia Sass, una dietista registrada que reside en Tampa, Florida, y autora del libro Your Diet is Driving Me Crazy (Tu dieta me vuelve loco), dice que piensa que el aumento súbito en el consumo de calorías que se detecta en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de los Centros de Control de Enfermedades (NHANES) puede tener que ver con la "alimentación por estrés" asociada con las vidas cada vez más agitadas de las mujeres.

Relación de pareja puede cambiar los hábitos alimenticiosCynthia Sass, una dietista registrada que reside en Tampa, Florida, y autora del libro Your Diet is Driving Me Crazy (Tu dieta me vuelve loco), dice que piensa que el aumento súbito en el consumo de calorías que se detecta en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de los Centros de Control de Enfermedades (NHANES) puede tener que ver con la “alimentación por estrés” asociada con las vidas cada vez más agitadas de las mujeres.

En su libro, Sass también señala que la relación de pareja puede cambiar los hábitos alimenticios tanto de los hombres como de las mujeres. Según ella, las mujeres tienden a asumir el papel de “policía de los alimentos”, intentando controlar lo que su pareja ingiere.

Pero por otra parte, una mujer se puede sentir obligada a comer lo mismo que come su pareja, aun cuando se trate de pizza y papas fritas, especialmente cuando recién empiezan a salir. Sass dice que muchas de las mujeres a las que ha asesorado dicen que disfrutan de una amplia variedad de alimentos, pero que tienden a ceder ante los gustos estrictamente de “carne y papas” de sus compañeros.

El Factor Hormonal

Uno de los factores que cambia de forma singular la manera de alimentarse de las mujeres son las hormonas femeninas. Cuando se trata de antojos de comida, las mujeres tienden a apetecer dulces y otros carbohidratos, mientras que los hombres a menudo tienen deseos de comer una hamburguesa y papas fritas. Se considera que las hormonas ováricas tienen que ver con los antojos de comida en el caso de las mujeres, afirma la Dra. Marcia Levin Pelchat del Monell Chemical Senses Center de Filadelfia.

Las investigaciones también sugieren que el estrógeno, a través de sus acciones sobre determinadas sustancias químicas del cerebro y otras hormonas como la “hormona de la obesidad”, la leptina, suprimen la ingesta de comida, según la Dra. Paula Geiselman del Centro de Investigaciones Biomédicas Pennington de Baton Rouge, Louisiana. De modo que, durante las etapas del ciclo menstrual en las que el estrógeno es elevado y no tiene oposición de parte de la progesterona, es posible que las mujeres coman menos.

En contraste, dice Geiselman, durante la fase lútea (las semanas entre la ovulación y la menstruación, en la que puede surgir el síndrome premenstrual), las mujeres ingieren un promedio de 500 calorías adicionales.

Las hormonas masculinas, observa, “no les crean a los hombres los problemas que les crean a las mujeres las hormonas femeninas”.

La Brecha Entre Los Sexos

Sin embargo, aunque las mujeres se pueden sentir atraídas por las golosinas, también cuentan a las ensaladas entre sus preferencias en los estudios, señala Pelchat. “Mi opinión”, dice, “es que esto se debe a que las mujeres están más preocupadas con respecto a su imagen corporal”.

La imagen corporal, dicen los expertos, desempeña un papel importante en los hábitos alimenticios de muchas mujeres. Por otro lado, también señalan que una cantidad creciente de estudios sugieren que los hombres se están volviendo menos tolerantes acerca de los “rollitos”. Un estudio reciente detectó que los estudiantes universitarios varones tienden a sentirse deprimidos e insatisfechos con sus cuerpos después de ver comerciales protagonizados por hombres jóvenes con cuerpos trabajados en el gimnasio.

Pero si la brecha entre los sexos se está estrechando en este aspecto, es posible que también se esté estrechando de manera positiva. Sue Moores, asesora de nutrición de St. Paul, Minnesota, y vocera de la Asociación Dietética Estadounidense, dice que aunque las mujeres parecen estar más interesadas en la nutrición, hay signos que indican que los hombres también se están interesando en este tema.

Las mujeres siguen conformando la gran mayoría de las personas que buscan asesoramiento nutricional o que asisten a clases sobre nutrición, pero Moores dice que cada vez más hombres están demostrando interés si se compara la situación actual con el comienzo de su carrera hace 20 años.

Fuente: MSN

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