Si fuma y bebe, no sólo debe preocuparse por heredar a sus hijos esos hábitos, sino que, además, eso los pone en mayor riesgo de consumir drogas ilegales, como mariguana o cocaína.
“Si un hijo crece en un contexto donde se consume tabaco y alcohol, tiene cinco veces más posibilidades de que él también los consuma. Eso es un factor de riesgo importante para el inicio en el consumo de drogas ilegales”, advierte Juan Ramírez Vázquez, académico del módulo Atención a las Adicciones en el Área de Salud de la Licenciatura de Enfermería, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM.
El también director de los Centros de Integración Juvenil de Azcapotzalco afirma que 80 por ciento de los pacientes que llegan a esta institución, antes de consumir drogas ilegales, probó tabaco y alcohol.
“Se puede decir que hay una relación casi directa entre el consumo de drogas con permiso de venta y el inicio de uso de sustancias ilegales”.
Ramírez Vázquez aclara que este no es el único factor de riesgo, pues también lo son la violencia intrafamiliar, la alteración de la conducta y agresividad a edades tempranas, el bajo rendimiento y la deserción escolares y algunos trastornos emocionales, como ansiedad y depresión.
Lo peligroso, explica, es la conjugación de esos factores de riesgo, que pueden ser de orden biológico, psicológico y social, es decir, si, por ejemplo, un joven rompe con su novia, pero, además, en su casa se consumen tabaco y alcohol y sus amigos usan drogas ilegales, tiene más posibilidades de que él también las utilice.
Así como existen factores de riesgo, también los hay de protección, como enseñar valores, fortalecer la autoestima de los hijos, comunicarse con ellos, demostrarles cariño, fomentarles el apego a la escuela y actuar de acuerdo a la edad de ellos.
Para proteger a sus hijos, los papás pueden establecer y aplicar las siguientes normas contra el uso de drogas, como se aconseja en la guía Cómo Proteger a Tus Hijos contra las Drogas, editada por los Centros de Integración Juvenil.
Reglas claras
Los papás tienen la responsabilidad de señalar las normas que los hijos deben seguir. En el caso del uso de alcohol y otras drogas, las reglas deben ser estrictas. Si no son cumplidas, deben estar preparados para imponer sanciones.
• Sea específico. Explique las razones en las que se basan las normas. Dígales cuáles son y qué espera de ellos. Platique sobre las consecuencias que habrá si no se cumplen: cuáles serán las sanciones, en qué forma se aplicarán, cuánto tiempo representarán y cuál es el propósito del castigo.
Por ejemplo, si les prohíbe beber cerveza, puede decirles que el castigo será no darles dinero durante 15 días, y debe explicarles que se les sanciona para evitar que tengan problemas de salud, como el alcoholismo.
• Sea consciente. Aclare a sus hijos que la norma de no consumir drogas permanece vigente en todo momento: en casa, en reuniones con amigos, en bares y discotecas.
Por ejemplo, si su hijo experimentó con mariguana en casa de algún amigo, aplique la sanción correspondiente (prohibir las salidas nocturnas el fin de semana). No minimice lo que hizo y recuerde que en todo lugar y momento la regla es válida; si lo hace en otro espacio (calle, escuela), la regla también estará vigente y la sanción se aplicará.
• Sea razonable. No agregue nuevos castigos que no hayan sido convenidos antes de haberse infringido la norma. Evite amenazas irreales: “Tu padre te va a matar cuando te vea en ese estado”. Reaccione con calma y aplique el castigo que el hijo espera.
Por ejemplo, si su hijo consumió tabaco y la sanción convenida era prohibirle ver la televisión durante una semana, no cambie la sanción solicitando que realice labores domésticas durante un mes.
Fuente: Juan Ramírez Vázquez