En la clínica de reproducción asistida estadounidense The Fertility Institutes aseguran que en menos de un año los padres que se sometan a un tratamiento podrán no sólo elegir el sexo de su futuro hijo y asegurarse de que esté libre de enfermedades, sino también conseguir, con un 80% de posibilidades, que tengan un determinado color de ojos o de pelo.
¿Realmente alguien puede creer que una pareja que ha buscado de todas las formas posibles concebir un hijo, puede estar preocupado por la apariencia física de su bebé y puede querer, además, decidir si será nena o varón?
Lara C. había probado todos los métodos existentes para quedar embarazada. Cada intento era traumático. No solo por exponer su cuerpo a ser manipulado, sino por exponer su cabeza y su corazón.
Hasta llegó a ponerse en juego la relación de pareja: hacer el amor se había convertido en una rutina desapasionada. Lara estaba obsesionada, solo le importaba cumplir con el paso a paso. Quería ser madre más que nada en el mundo.
Meses de prueba y error, empezaron a desanimarlos. Y cuando ya estaban pesando en la alternativa de adopción, quedaron embarazados. El test rápido marcó las dos rayitas y con ellas la confirmación de que estaban esperando su primer hijo. Abrazos, llanto, especulaciones sobre cómo sería el bebé, lista de nombres, festejo entre sábanas (y ya sin haber tenido que tomar la temperatura vaginal) y el comienzo de una nueva etapa en la que la naturaleza pedía pista para seguir sola su trabajo.
¿Te parece importante decidir el sexo y el color de ojos de tu bebé?
Fuente: Adriana Balaguer