Los productos de tratamiento para después del sol siguen siendo útiles, especialmente los del cuerpo y pelo. Para la cara, prefiero recomendar cremas faciales regeneradoras antienvejecimiento, adecuadas para su uso en verano combinadas con mascarillas faciales hidratantes.
La finalidad de los productos aftersun es la hidratación, regeneración y aumento de la duración del bronceado. ¿Cómo mantienen el bronceado? Básicamente evitando la descamación de la piel y regenerándola.
Pueden ayudar en casos leves de eritema solar, aunque como ya os comenté el eritema o enrojecimiento intenso es indicativo de quemadura solar y puede necesitar cuidados más terapéuticos, como es la aplicación de cremas de corticoides.
Un buen producto aftersun debería contener ingredientes calmantes, antiinflamatorios, hidratantes y regeneradores, entre los que se incluyen dexpantenol, alantoína, glicerina, extracto de mimosa, caléndula, bisabolol y el famoso aloe vera.
No es conveniente utilizar productos con mentol, por el riesgo de dermatitis de contacto y su uso está contraindicado en niños. ¿Cómo se deben aplicar? Sobre la piel ligeramente húmeda y mediante ligeros masajes.
Las novedades en estos productos incluyen excipientes en spray así como la inclusión de autobronceadores, repelentes de insectos o formulaciones especiales para niños.
Fuente: elmundo.es