Las Enfermedades Crónicas No Transmisibles, tienden a ser de larga duración y resultan de la combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales.
Se indicó que los principales tipos de Enfermedades Crónicas No Transmisibles son las enfermedades cardiovasculares como la Dislipidemia, la Hipertensión Arterial Sistémica, la obesidad y la diabetes:
Estas enfermedades se ven favorecidas por factores tales como la urbanización, la globalización de modos de vida poco saludables o el envejecimiento de la población.
Las dietas malsanas y la inactividad física pueden manifestarse en forma de tensión arterial elevada; mientras que el aumento de la glucosa y los lípidos en la sangre, y la obesidad, son los llamados factores de riesgo metabólicos que pueden dar lugar a enfermedades cardiovasculares, siendo las Enfermedades Crónicas No Transmisibles una de las principales causas de muertes prematuras.
Uno de los factores de riesgo metabólico que contribuye a generar los cuatro cambios que incrementan el riesgo de presencia de Enfermedades Crónicas No Transmisibles son:
- El aumento de la tensión arterial
- El sobrepeso y la obesidad
- La hiperglucemia (concentraciones elevadas de glucosa en la sangre)
- La hiperlipidemia (concentraciones elevadas de grasas en la sangre)
Por lo que es fundamental realizarse pruebas de detección temprana u oportuna, así como seguir al pie de la letra el tratamiento y el control metabólico adecuado, en caso de que el paciente sea diagnosticado con alguna de estas enfermedades.
Si los pacientes las reciben tempranamente, pueden reducir la necesidad de tratamientos más caros, por ello es indispensable que se limite el consumo de azúcares como: jugos, refrescos embotellados, gaseosas, golosinas, repostería y galletas, entre otros; que se cuide el consumo de grasas tanto en cantidad como en calidad.
Fuente: Mario Andrés Valencia