Mente Saludable

¿Lo que siento es ansiedad o depresión?

Es posible que la persona angustiada crónicamente, al verse vencida por los temores, empiece a sentirse triste, presente ideas de minusvalía, pérdida de interés y de disfrute de actividades cotidianas.

¿Desearías que el día tuviera más horas para terminar tus pendientes? Tu jefe te acaba de pedir un importante reporte que espera ver en una semana. No será un documento fácil de elaborar y comienzas a sentir ansiedad, pero ¿hasta cuándo es normal estar así?

Para contestar la pregunta es importante establecer la diferencia entre una ansiedad que no es patológica y la que sí lo es.

Algunas veces la ansiedad nos ayuda, si estamos nerviosos por un examen, vamos a estudiar más o vamos a llegar puntuales.

Esta ansiedad se relaciona con un evento que causa preocupación y lleva a la persona a la acción o la preparación necesaria para hacerle frente.

Pero en un caso patológico la ansiedad se relaciona con miedos y fantasías sobre consecuencias catastróficas.

En el caso de ese empleado, por ejemplo, él puede fantasear que es incapaz de hacer el reporte, entregará algo deficiente y lo regañarán. Eventualmente, no se pone a trabajar, sino que lo evita.

Ese miedo no enfrentado se transforma en pánico y más angustia, mientras que un miedo enfrentado se convierte en recurso, dice el psiquiatra Rodríguez.

En el caso de la ansiedad, las personas incluso se pueden adaptar a las sensaciones que genera, lo que dificulta que busquen ayuda.

Cuando estás muy angustiado o cuando esto empieza a limitarte lo que puedes hacer en tu vida, como tu relación o tu trabajo, es cuando dices: ‘Algo más está sucediendo aquí’.

Si bien el padecimiento puede hacerse notar con síntomas físicos como aceleración del ritmo cardiaco, problemas para respirar, sudoración, miedo o pánico y hasta desmayo, afirma, muchas personas lo sufren en silencio.

Ansiedad o depresión

Hay ocasiones en las que la ansiedad se puede relacionar con otro trastorno: la depresión.

Es posible que la persona angustiada crónicamente, al verse vencida por los temores, secundariamente empieza a sentirse triste, presenta ideas de minusvalía, pérdida de interés y de disfrute de las actividades cotidianas.

La persona se llega a declarar vencida y renuncia a seguir intentando. Entonces, aparece una tristeza que está presente la mayor parte del día y del tiempo, al menos durante cuatro semanas consecutivas. Ya hablamos de depresión.

Para enfrentar estos males es necesario hablar y educar sobre el tema.

Si no hablamos, las cosas se vuelven tabú. Necesitamos tener una conversación abierta sobre salud mental en todos lados.

Al momento de enseñar a los niños sobre las enfermedades mentales, adquirirán herramientas para defenderse.

Éstas son señales que indican que es necesario buscar ayuda profesional.

Ansiedad

  • Vivir constantemente angustiados y con el temor de que algo malo ocurra.
  • Presentar sensaciones corporales como palpitaciones, falta de aire, presión en el pecho y hormigueo en la parte de la nuca.

Depresión

  • Sentir tristeza por un periodo prolongado de tiempo.
  • Tener una desconexión interpersonal y falta de interés genuino en cosas que normalmente importaban a la persona.

Fuente: Jonah Cohen, Francisco Rodríguez

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