La muerte de un ser querido, recibir un diagnóstico inesperado o saber de una pérdida económica son noticias que a nadie suelen caerle bien.
Amor Díaz, del Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt, explica que, aunque se intente guardar la calma, el cuerpo experimenta un “shock psicógeno”, pues se trata de información inesperada que afecta la psique y se expresa con varios síntomas.
El shock tiene tres etapas, la primera la viven todas las personas, pero, si logran calmarse, pueden evitar las otras dos.
“Esa primera fase se llama periodo premonitorio y suele no exceder 5 minutos”, dice la psicoterapeuta.
En cuanto escucha la noticia, la persona puede sentir debilidad; también un vacío en la cabeza, molestia abdominal, palidez, sudoración, piel fría, náuseas y pulso débil porque bajan la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Acostarla puede ayudar a que se recupere.
Si los síntomas se viven de manera más aguda, puede llegar la segunda etapa: la pérdida del conocimiento. Aquí se debe cuidar que no se golpee y sostenerla para recostarla.
Una vez acostada, se deben elevar las piernas, y quien la esté asistiendo puede darle un masaje vigoroso en la espalda o los brazos, pues esto ayuda a que no pierda la conciencia.
Incluso se le puede poner un paño húmedo en el cuello o en la frente, mientras se le llama con voz fuerte por su nombre. Dar una bofetada es innecesario porque este estado de shock es pasajero.
La recuperación
Ante la dilatación de los vasos sanguíneos y la disminución del flujo normal de sangre y oxígeno al cerebro, que se presentan en la primera etapa, el organismo echa a andar mecanismos compensatorios que ayudan a que los niveles se normalicen y regrese totalmente la lucidez mental. Tras la recuperación, la persona puede presentar dolor de cabeza, cambios de ánimo y, algunas veces, irritabilidad.
“El grado de severidad del shock, depende de las condiciones de la persona: la edad o enfermedades previas”, indica la psicoterapeuta.
En estos casos, es necesario que visite a su médico.
Golpe suave
Al dar una mala noticia procure:
• Escoger un sitio tranquilo, donde no haya interrupciones.
• Ensayar mentalmente las frases o palabras más adecuadas.
• Dar la información gradualmente.
• Evitar el uso de eufemismos
Fuente: Amor Díaz
