El impacto actual de la tuberculosis supera al que tuvo en el siglo XIX. Así lo advierte la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en un comunicado, en el que recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en 1,900 millones los portadores del bacilo de Koch (“Micobacterium tuberculosis”), causante de la enfermedad, en todo el mundo, con ocho millones de nuevos enfermos cada año.
Rafael Vidal Pla, miembro del área de trabajo de la SEPAR, señala que este germen está considerado como “el más mortífero de todos cuantos hayan existido antes“, superando las cifras del siglo XIX, ya que nunca había habido en el mundo “tantos enfermos tuberculosos como ahora”.
Ante la fuerte relación que se establece entre el resurgir de la tuberculosis y el sida, la SEPAR precisa que en España sólo el 50% del incremento de los últimos años es atribuible al VIH. El resto se debe al “relajamiento de la política de control” sobre esta enfermedad durante décadas, cuando se pensaba que “estaba prácticamente extinguida”, apunta Vidal Pla.
Otro factor que influye considerablemente en la diseminación del bacilo de Koch es que generalmente ataca a “población marginada y poco dispuesta” a acatar la pauta de tratamiento que exige la curación, así como las migraciones desde países pobres con alta prevalencia.
Por último, la SEPAR alerta de que cuando la terapia convencional que se utiliza para tratar a los pacientes no se continúa de principio a fin, la enfermedad no se cura y el afectado se convierte en “un foco de contagio para los demás“, e incluso puede provocar la aparición de resistencias a alguno de los medicamentos.
Fuente: Consumer