Para realizar durante los viajes aéreos de larga duración, algo imprescindible no sólo para evitar llegar entumecido o hecho una llave a nuestro destino, sino también para no sufrir el llamado síndrome de la clase turística, mal que puede ser desencadenado por permanecer varias horas sentados en las estrechuras del asiento del avión, sería bueno hablar de actividades como paseos a bordo y algunos estiramientos reparadores.
PASEOS A BORDO
Es lo mejor que podemos hacer en estos viajes tan largos. Cada hora y media o dos horas tenemos que levantarnos del asiento y dar un paseíto. Ir al aseo es una buena excusa, pero no necesaria. Podemos ir hasta el final del avión, o hasta el principio.
En este sentido los mejores aviones son los jumbos, que permiten realizar un circuito circular por ambos pasillos. Una recomendación: evita la hora en que el personal de vuelo anda de acá para allá con los carritos de comidas, bebidas y venta a bordo.
Una manera de caminar es de puntillas, con los talones o flexionando los gemelos al máximo en cada paso.
EJERCICIOS DE PIE
Evidentemente la cabina de un avión no es un gimnasio. A pesar de ello, y del escaso espacio que tenemos allí arriba, se pueden hacer algunos estiramientos. El más sencillo consiste en abrir las piernas unos 40 centímetros para desde esa posición estirar los abductores, en el interior de los muslos.
Los estiramientos de espalda tampoco son difíciles de hacer durante el vuelo. Cruza los dedos por detrás y por debajo de la espalda. Tira de las manos hacia abajo, al tiempo que subís los hombros.
Coloca las manos entre los omoplatos, para lo que debes doblar los brazos manteniendo los codos apuntando al techo. Desde esa posición, aprieta con las manos la espalda al tiempo que sacáis pecho.
Agarra las manos por la espalda, con un brazo por encima de la cabeza y otro por debajo del costado. La mayoría no lo conseguirá o, a lo sumo, logrará que las puntas de los dedos se toquen entre sí. Bueno, llegues donde llegues, echa hacia atrás el brazo de encima de la cabeza mientras que el codo que esté situado debajo estira hacia atrás.
EN EL AEROPUERTO O EN LA ESTACIÁ“N
Ya en tierra firme, lo mejor es andar a ritmo variable hasta la cinta de equipajes o hasta salir del aeropuerto. Se empieza despacio, aumentando progresivamente el ritmo y luego disminuyéndolo. Al tiempo, hay que llevar la respiración acompasada.
Cuidado a la hora de coger las maletas. Si bien hoy la mayoría ya tiene ruedas, todavía quedan algunas clásicas que, además, suelen ser las más pesadas. Para cogerlas lo mejor es flexionar las piernas, manteniendo la espalda vertical, hasta agarrar el asa. Luego estirarse despacio sin doblar la espalda y, por supuesto, sin soltar la maleta.
Fuente: Consumer