Belleza & Piel

Cuídate del sol en vacaciones

Los daños solares en la piel no dependen de la edad o el calor, sino de cuánto tiempo te expones a los rayos ultravioleta y a qué hora, por ello es importante tomar medidas precautorias para evitar afecciones estas vacaciones, explica Fermín Jurado, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Panamericana.

Cuídate Del Sol En VacacionesLos daños solares en la piel no dependen de la edad o el calor, sino de cuánto tiempo te expones a los rayos ultravioleta y a qué hora, por ello es importante tomar medidas precautorias para evitar afecciones estas vacaciones, explica Fermín Jurado, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Panamericana.

“Cuando hablamos de asolear no nos referimos a la temperatura, lo que realmente lastima la piel es la intensidad luminosa.

Asolearse, médicamente hablando, es desde que el día aclara hasta que oscurece, es lo que cotidianamente hacemos cuando vamos en el coche y la luz nos da en la mañana de frente o de un lado; sin embargo, es recomendable tener cuidados necesarios cuando vamos a una playa o a un balneario para evitar consecuencias posteriores”, señala.

Aunque generalmente se dice que no se debe asolear entre las 10:00 y las 15:00 horas se recomienda que, mientras haya luz, se proteja con un filtro solar, sobre todo las personas que ya tiene una sensibilidad al Sol definida, explica el dermatólogo.

“En ese horario se da el índice ultravioleta, que es cuando la tierra y el Sol tienen más cercanía, es el momento en que la intensidad luminosa es mayor, por lo tanto el daño puede ser más intenso, pero no significa que si me protejo de las 7 de la mañana, cuando ya aclaró el día, hasta las 9:59 estoy protegido, tienen que protegerse desde que amanece hasta que oscurece”.

El especialista recomienda usar un protector solar cada 3 ó 4 horas porque es el tiempo que es efectivo, o cada vez que se meta a albercas o al mar.

“Los filtros dicen que resisten al agua y al sudor, pero al salir y secarnos, con ese movimiento mecánico se está retirando y ya no hay protección, de hecho, no es dañino aplicarlo reiteradamente, sólo debe evitarse hacerlo cerca de los ojos”.

Con un filtro superior a 30 es suficiente, añade, pues tienen la misma protección que uno de 100, sólo se debe checar que estén libres de PABA, que es un producto de utilidad para broncear, pero que puede provocar alergia.

“Otro punto es que no se expongan directamente al Sol más de 15 minutos en la misma postura y que recuerdan que la luz directa e indirecta puede dañar, aunque estén bajo la palapa dándoles la resolana, es igual de dañina que la luz directa”.

Si hay antecedentes de quemaduras solares, sugiere utilizar una playera seca para estar fuera del agua y una húmeda para estar dentro, porque si se quedan con la húmeda fuera del agua, el tejido se distiende, la tela se vuelve traslúcida y ya no protege.

Además, es importante usar una gorra, sombrilla o sombrero para completar la protección solar, que en general es de entre 60 y 70 por ciento.

Jurado apunta que quienes deseen broncearse deben tomar en cuenta que eso no es factor de protección, sólo aumento de la pigmentación de manera superficial, pero no es suficiente para proteger de quemaduras.

El bronceado sólo es un efecto óptico, en el cual el color aumenta en pieles morenas claras a oscuras, pero la piel muy blanca nunca se va broncear, sólo se quema”.

Otra recomendación es tener cuidado con los cítricos, pues durante las vacaciones se acostumbra mucho tomar las bebidas refrescantes con limón, o consumirlo en el pescado, y cuando el jugo cae en la piel y se expone al Sol puede provocar enrojecimiento, por eso se deben lavar las manos con agua y jabón.

Los Daños

El dermatólogo explica que hay tres tipos de daños solares:

Agudo. Quemaduras provocadas por exposición prolongada a la luz solar, cuando la piel se enrojece, se puede ampoyar y causar fiebre; quien la padece tiene el mismo riesgo de desarrollar cáncer de piel que quienes lo hacen con mayor frecuencia.

Fotoenvejecimiento. Aparecen arrugas a mediano plazo, porque la piel va sufriendo degeneración de las fibras elásticas por la exposición al Sol.

Crónico. Aparecen lesiones resultado de la exposición en exceso a la luz solar, se ven en el dorso de las manos o en la cara, generalmente se presentaban en la vejez.

Fuente: Tania Romero

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