La cifra de mujeres con depresión o ansiedad duplica a la de los hombres desde la pubertad, algo que no se debe sólo a factores biológicos sino también a las injusticias de las que son víctimas, según ha declarado la presidenta de la Asociación Internacional para la Salud Mental de la Mujer, la doctora Donna Stewart.
Como ejemplo, se ha referido a que el machismo junto con la violencia doméstica y sexual son “problemas endémicos en todas las sociedades” y a que el 70% de las personas que viven en la pobreza del mundo son del sexo femenino.
Stewart ha desgranado los elementos socioeconómicos y culturales que perjudican el bienestar psicológico de las féminas en una conferencia organizada por el Ilustre Colegio oficial de Médicos de Madrid, el Departamento de Psiquiatría de la Universidad Complutense y el Instituto de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos.
La doctora, miembro del comité de expertos del Consenso Internacional de Salud Mental en la Mujer, ha hecho hincapié en que la depresión es consecuencia de una mezcla de factores de riesgos genéticos, biológicos, hormonales, psicosociales y ambientales.
Igualdad contra depresión
Por lo tanto, subraya que la manera más efectiva de mejorar el estado psicológico de las mujeres sería alcanzar una “igualdad real de acceso a los derechos humanos básicos“.
Entre ellos apeló a la autonomía, a los derechos sexuales y reproductivos, al acceso a los servicios de salud y a una alimentación adecuada, a la educación, a la seguridad, al trabajo, a los derechos jurídicos y a la propiedad, entre algunos conceptos que les son negados, en mayor o menor medida, en todos los países del mundo.
La experta ha aludido también a la relación que existe entre los estrógenos y la síntesis de la serotonina, un neurotransmisor implicado en numerosos problemas psiquiátricos, como la depresión, lo que explicaría la aparición de este tipo de problemas asociados a los ciclos reproductivos de la mujer.
Así, precisó que en cada ciclo hay un descenso de la producción de estrógenos, lo que aumenta el riesgo de padecer algún trastorno depresivo.
Esta relación entre los estrógenos y la serotonina, junto con los factores individuales y sociales de la mujer, explican, a su juicio, la mayor prevalencia de la depresión en ellas que en los varones.
La profesora ha abundado en que es necesario incrementar los esfuerzos en investigación sobre estos trastornos en la población femenina, “especialmente sobre aquellos apartados que sirvan para ayudar a prevenir la depresión y promover la capacidad de recuperación de las pacientes”.
Adujo que el Consenso Internacional sobre Salud de la Mujer, elaborado hace un año por la Sociedad Mundial de Psiquiatría y refrendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esgrime la necesidad de prestar una atención especial a las diferencias entre el hombre y la mujer a la hora de abordar las patologías mentales.
Fuente: elmundo.es