Consumir regularmente carnes procesadas se relaciona con más riesgo de enfermedades del corazón, cáncer (sobre todo de colon) y muerte prematura.
Alertaron que los productos como tocino, salchichas, hot dogs, jamón, fiambres o carnes frías, carnes enlatadas, cecina y toda carne procesada, curada, fermentada o salada suelen contener alta cantidad de grasa saturada, sodio y nitratos o nitritos, sustancias que conllevan riesgos.
Si bien, indicaron, no es necesario suspender completamente el consumo de carne roja, la mayor parte de la alimentación debe componerse de verduras, frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
“Si consume carne, considere otras alternativas sanas, como pescado o pollo. La mayoría de las personas logra ingerir suficiente proteína sin ningún problema, incluso cuando reducen la cantidad de carne roja”.
Los expertos basan sus recomendaciones en una revisión reciente de los estudios acerca del consumo de carne roja. Fueron seis estudios los que siguieron la pista a más de un millón y medio de personas durante cinco años y medio y hasta 28 años.
“Tenga presente que la carne no debe ser la parte principal de la comida. Es decir, una porción de carne no debe exceder el tamaño de un mazo de cartas.
En lugar de ingerir porciones grandes de carne, otra alternativa para consumir bastante proteína y fibra es acompañar la comida con legumbres, como frijoles negros, frijoles tiernos de soya o fideos hechos con leguminosas”.
Fuente: Mayo Clinic