Un intenso dolor en las piernas después de caminar un par de calles, principalmente en las pantorrillas o muslos, que obliga a detenerse, es uno de los principales síntomas de la Enfermedad Arterial Periférica, mal frecuente después de los 60 años de edad, que se agudiza en época de frío, y que es generado principalmente por la acumulación de grasa en las arterias.
Un factor importante es el propio envejecimiento y la degeneración arterial, pero se puede reducir el riesgo con la práctica de ejercicio y una dieta baja en grasas de origen animal, señaló Alfonso Cossío Zazueta, médico del Servicio de Angiología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explicó que este mal consiste en una falla importante en el flujo de la sangre a las arterias, lo cual no permite una irrigación suficiente.
Para reducir los efectos de este padecimiento hay que evitar el tabaquismo; en caso de sufrir diabetes mellitus, hipertensión, afecciones cardiacas o elevación de colesterol o triglicéridos es imprescindible apegarse al tratamiento, dijo en un comunicado difundido por el IMSS.
De no atenderse oportunamente, el dolor no sólo lo presentará al caminar, sino aún en reposo, ya sea sentado o acostado, y puede evolucionar a una gangrena y requerir de amputación.
Esta afección es más frecuente en el hombre, en proporción de dos a uno, debido a que la mujer durante su etapa reproductiva tiene la protección hormonal contra la ateroesclerosis.
Es común que este mal se confunda con problemas de reuma o dolor articular, incluso con alteraciones de la columna vertebral.
Aseguró que no existe tratamiento farmacológico para esta enfermedad arterial. El 80 por ciento de los casos se controla únicamente con mejorar el estilo de vida, y el 20 por ciento restante necesitará de cirugía.
Fuente: Natalia Vitela
