Para dar un nuevo color a nuestra imagen o para disimular las canas. El uso de los tintes está muy extendido y cada vez se utilizan más. Un equipo de científicos japoneses ha hallado una enzima que podría ser clave en el futuro desarrollo del primer ‘tinte ecológico’ del mundo. ¿Su gran ventaja? Evitar los daños que los productos convencionales de teñido causan en el cabello, como la fragilidad y la pérdida de elasticidad, entre otros.
“El empleo repetido de los tintes convencionales puede dejar el pelo sin brillo, sin vida y puede romperse con facilidad; además de irritar el cuero cabelludo y otras partes del cuerpo si se utilizan decolorantes del vello”, afirma Kenzo Koike, el autor principal del estudio.
Aunque las compañías que los fabrican conocen estos efectos, “es muy difícil cambiar los componentes principales de los tintes y los decolorantes, como el peróxido de hidrógeno“, añade. El tratamiento con este tipo de componentes causa daños al cabello debido a la desnaturalización y la descomposición que se produce de la queratina, proteína responsable de proteger la salud del cabello.
En la búsqueda incesante de agentes químicos más suaves, un grupo de investigadores de la Universidad de Kobe (Japón) ha hallado un componente ecológico, una enzima que no sólo abre las puertas a un nuevo producto para dar color, también permitiría mejorar los actuales tintes que se encuentran disponibles en el mercado, reduciendo la cantidad de peróxido de hidrógeno y también los daños capilares que conlleva.
Se trata de la primera enzima capaz de descomponer la melanina (pigmento del cuerpo que da color) del pelo humano, igual que lo hace hasta el momento el peróxido de hidrógeno. Esta descomposición es fundamental en el proceso de oxidación que requiere la coloración del cabello. Cuando se descompone la melanina se libera el oxígeno que después se encargará de oxidar los pigmentos del cabello (aclara el pelo) y activará los precursores del color.
Fuente: elmundo.es