Al quedarte en casa o pasar más tiempo en ella como medida para frenar los casos de Covid-19, es importante cuidar las emociones.
Lo que estamos viviendo de la cuarentena es para un bien común y social, pero va ligado a muchos desafíos psicológicos.
A medida que las noticias del Covid-19 van dominando los titulares, la preocupación va en aumento. Ahí es donde decimos: ‘Cuidar la salud mental es tan importante como cuidar la salud física’.
El estrés baja las defensas, ahonda Requenes, por lo que mantenerse positivo ayudará a enfrentar, no solo la pandemia, también la incertidumbre.
Más allá de un encierro forzoso, el mantenerse en casa se puede ver como una acción para cuidar a los demás. Es una maravillosa oportunidad para ser compasivos con los demás.
En lugar de dejarnos llevar por la ansiedad o la tristeza, podemos enfocarnos en un sólo deseo: Que todos los seres disfruten de felicidad y se liberen de todo dolor, especialmente el sufrimiento de las enfermedades.
Observa cómo te sientes
Realizar un ejercicio de introspección para detectar cuáles son los factores que le afectan, es un primer paso para saber qué hacer y evitarlos.
Si la causa es frustración o aburrimiento, ahonda, se necesita establecer un horario de actividades y mantenerse ocupado.
Hay que darle un tiempo al día de 30 minutos a la información de cualquier medio que sea confiable, y no estar al pendiente todo el día porque eso va a generar mayor ansiedad.
Si lo que afecta es la pérdida del contacto con personas, se puede convivir con los seres queridos por redes y teléfono.
Niños y mayores
A los niños de la casa, hay que darles la confianza para expresar sus emociones, incluso puede ser a través de dibujos.
Para ellos también es algo nuevo, diferente, así como nosotros estamos viviendo la incertidumbre. Es importe que estén en un ambiente donde ellos se puedan sentir seguros y expresarse.
Tanto a los niños como a los adultos mayores se les puede explicar qué es el coronavirus y por qué es el aislamiento. Así podrán entender la situación.
Respira profundo
En el confinamiento, las emociones se contagian.
Por eso es clave que las personas en el hogar dediquen tres momentos al día a la respiración profunda: 10 minutos en la mañana y en la noche, y 5 minutos a la mitad del día.
Lo que hace es detener el flujo de pensamientos cerebrales, hace que pare, descanse y nos enfoca en el momento presente.
Balance emocional
Es inevitable que se escapen las emociones negativas.
Cuando suceda, se debe comprender que se trata de una emoción pasajera y no asumir ese enojo o agresión como una cualidad de la persona.
La fórmula para manejarlo es que debemos experimentar hasta cinco emociones positivas por cada negativa para mantener un balance. Nos toca generar momentos de diversión, alegría, serenidad, para contrarrestar los roces.
Si se dan los roces, hay que preguntarse: ¿qué está pasando?, ¿qué tan importante es realmente?, ¿y cómo podemos vivirlo de la mejor manera?
Un último consejo para ejercer es la gratitud y así mantenerse positivo: Escriba en un papel o pizarra agradecimientos a quienes le compartan algo o le envíen buena vibra.
Fuente: Aurora Requenes, Guen Kelsang, Javier Gutiérrez, Rosalinda Ballesteros.