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Las olas de calor y tus medicamentos

Las olas de calor azotan al mundo, y millones estarían tomando medicamentos que pueden hacerlos más susceptibles a enfermedades.
Las olas de calor y tus medicamentos

Las olas de calor azotan gran parte del mundo, y millones de personas estarían tomando medicamentos que pueden hacerlos más susceptibles a las enfermedades relacionadas con el calor.

Tomar determinados fármacos —incluidos algunos utilizados para tratar enfermedades mentales, la hipertensión y las alergias— puede dificultar aún más la hidratación o el enfriamiento eficaz del cuerpo cuando hace calor. Esto es lo que hay que saber y lo que puedes hacer para mantenerte a salvo cuando las temperaturas son abrasadoras.

¿Cuáles medicamentos aumentarían el riesgo?

Los diuréticos, que los médicos recetan para tratar la insuficiencia cardiaca, las enfermedades renales o la hipertensión, ayudan al organismo a reducir líquidos mediante la micción frecuente.

Pero también pueden causar deshidratación o provocar un desequilibrio de electrolitos como el potasio o la sal, que dificultan al organismo la regulación de la temperatura.

Esto puede ser especialmente peligroso en condiciones de calor extremo, que también conducen a la deshidratación. Los expertos señalan que esto hace aún más crucial que las personas que toman diuréticos se repongan con agua y electrolitos y presten atención a los signos de deshidratación y sobrecalentamiento.

Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, o inhibidores de la ECA, que suelen recetarse para tratar la hipertensión, pueden aumentar el riesgo de desmayos y caídas, sobre todo en condiciones de calor extremo. Además, suprimen la sensación de sed, por lo que resulta más difícil saber cuándo hay que beber más agua.

Los betabloqueadores, otro tipo de medicamento para la presión arterial, también pueden aumentar el riesgo de desmayos y caídas y dificultan la sudoración, lo que hace más difícil que el cuerpo se mantenga fresco.

Los medicamentos para la presión arterial conocidos como bloqueadores de los canales del calcio pueden provocar desequilibrios electrolíticos, lo que dificulta la regulación de la temperatura corporal.

Ciertos medicamentos antipsicóticos, como el haloperidol, la olanzapina y la risperidona, también afectan la capacidad de sudar. Es más probable que la temperatura corporal aumente cuando se toman esos medicamentoso.

Algunos antidepresivos pueden aumentar la sudoración y reprimir la sed, lo que —al igual que la micción frecuente— puede provocar deshidratación durante las olas de calor. Y los medicamentos de reemplazo de la hormona tiroidea también pueden elevar la temperatura corporal, alterar su regulación y provocar sudoración excesiva.

Los estimulantes, como las anfetaminas y otros fármacos utilizados para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, pueden aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor al interactuar con el sistema nervioso central y el cerebro y elevar la temperatura corporal.

Algunos antihistamínicos de venta libre, como la difenhidramina (Benadryl), la prometazina y la doxilamina (Unisom), también hacen sudar menos y pueden afectar a la regulación de la temperatura.

Fuente: Allison Hill, Michael Redlener y Mahesh Polavarapu.

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