Ciática es el término que se utiliza para referirse al dolor, debilidad, entumecimiento u hormigueo en la pierna causado por presión en el nervio ciático, que muchas veces es consecuencia de una hernia de disco.
El nervio ciático comienza en la región lumbar y baja por la parte posterior de cada pierna, por eso una persona con hernia de disco en la región lumbar puede presentar dolor punzante en la cadera, el glúteo, la parte posterior de la pantorrilla e incluso en la planta del pie.
Y ¿qué es una hernia de disco? Los discos de la columna son un tipo especial de articulación (blandos en el centro y envueltos por una capa externa más dura) que se encuentran entre las vértebras.
Una hernia de disco se produce cuando parte del material más blando sale hacia las capas externas del disco a través de una grieta, ejerciendo presión sobre los nervios cercanos.
Esto puede suceder cuando la persona usa los músculos de la espalda, en lugar de los de las piernas, para levantar objetos grandes y pesados o por un traumatismo como una caída o un golpe en la espalda.
Sin embargo, lo más frecuente es que el motivo de la hernia de disco no sea un solo evento, sino el resultado de un proceso gradual de degeneración debido a la edad y al desgaste natural del disco con el paso del tiempo.
El tratamiento normalmente consiste en descansar durante un periodo corto de tiempo (24 a 36 horas) y tomar medicamentos para aliviar el dolor y relajar los músculos; además de recibir terapia manual.
Se recurre a la cirugía sólo cuando los otros tratamientos no funcionan o cuando los síntomas son graves.
El procedimiento más frecuentemente utilizado para la hernia de disco se conoce como disectomía, que es una cirugía en la que el cirujano extirpa la parte del disco que ejerce presión sobre el nervio.
En ciertos casos especiales, puede ser necesario extraer todo el disco; pero la ocurrencia de esto es rara y cuando sucede, el cirujano generalmente llena el espacio vacío con un pedazo de hueso y luego fusiona las vértebras de cada lado con instrumentos metálicos”, detalla el especialista.
Para mantener sana la columna después de la cirugía, normalmente se sugiere al paciente bajar de peso, hacer ejercicio o recibir fisioterapia; además de restringir ciertas actividades como doblarse, girar o levantar peso.
Fuente: Clínica Mayo