¿Ya comió sus cinco a nueve porciones de verduras hoy? ¿Ya hizo ejercicio durante una hora? ¿Redujo su consumo de grasa saturada y durmió ocho horas?
Dictar las reglas de la vida sana se ha convertido en una industria informal. Sin embargo, cuando se trata de alcanzar estas metas, muchos sentimos que nos quedamos cortos.
Ahora, Susan M. Love, respetada especialista en salud femenina, ofrece una regla nueva: deje de preocuparse por su salud.
En el nuevo libro, “Live a Little! Breaking the Rules Won’t Break Your Health” (¡Viva un Poco! Romper las Reglas No Quebrantará Su Salud), Love expone la idea de que la salud perfecta es un mito y que la mayoría de nosotros tenemos vidas mucho más saludables de lo que nos damos cuenta.
Love, profesora clínica de cirugía en la Escuela de Medicina David Geffen en la Universidad de California, en Los Ángeles, dice que el hecho de no vivir con base en las diversas reglas de la salud es una fuente importante de estrés y culpa, particularmente entre las mujeres. Para la mayoría de nosotros, estar “bastante saludable” es suficientemente saludable.
“¿Acaso la meta es vivir eternamente?“, afirmó en una entrevista reciente. “Yo diría que no. En realidad, es vivir el mayor tiempo posible con la mejor calidad de vida posible”.
El libro, escrito con Alice D. Domar, profesora de Harvard y psicóloga titular del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston, explora las investigaciones y los consejos en seis áreas de la salud: sueño, estrés, prevención, nutrición, ejercicio y relaciones. En los seis, escriben, los mayores riesgos se encuentran en los extremos, y el término medio es más amplio de lo que creemos.
Tome como ejemplo el tema del sueño. La mayoría de la gente cree que lo mejor es dormir al menos ocho horas diarias. Sin embargo, los estudios en los que está basada esta creencia observan cuánto duermen los hombres y mujeres bajo condiciones ideales: silencio, oscuridad y ninguna responsabilidad fuera de participar en un estudio del sueño.
Estos estudios no nos dicen nada acerca de cuánto sueño realmente necesitamos de manera cotidiana o qué pasará si dormimos menos.
Un reporte que apareció en el 2002 en la publicación Archives of General Psychiatry, descubrió que la gente que dormía siete horas por noche tenía menos probabilidades de morir durante un periodo de estudio de seis años.
Dormir más de siete horas o menos de cinco incrementaba el riesgo de mortalidad. No quedó claro con el estudio si tener más o menos sueño incrementaba el riesgo o si un problema de salud subyacente afectaba los hábitos de sueño.
“Necesitamos ser más realistas“, afirmó Love. “Si tienes sueño en todo momento, no duermes lo suficiente. Si con seis horas estás bien, no te preocupes”.
Y no hay nada mágico en torno a la pérdida de peso. La gente que es obesa o que pesa menos de lo que debe tiene índices de mortalidad más altos, pero la gente con sobrepeso es tan sana como la gente de peso normal, y a veces hasta más sana.
“La meta es estar lo más sano y tener la mejor calidad de vida posible“, dijo Love. “No ser delgado”.
Love comentó que mucha gente parecía haber olvidado lo que significaba ser saludable. “El punto de esto es usar el sentido común, y si se siente bien, entonces está bien. El objetivo no es llegar al cielo y decir: ‘estoy perfecto’. Es usar el cuerpo, divertirse y vivir un poco”.
Fuente: Tara Parker-Pope