Si una mordida o un rasguño de gato se inflama, se pone rojo y no cicatriza después de una semana es necesario acudir al médico, pues este animal pudo haber transmitido la bacteria bartonella henselae, que a largo plazo puede causar crecimiento en el hígado, en el bazo, encefalitis o afectar las válvulas del corazón y al sistema nervioso central.
Los síntomas iniciales del contagio de esta bacteria aparecen días después del rasguño y se manifiestan con fiebre, dolor de cabeza, malestar en articulaciones e inflamación de ganglios, señaló José Alfredo Badaguer Lozano, jefe del servicio de Adultos en el Hospital de Infectología del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La enfermedad por rasguño de gato es posiblemente la causa más común de la inflamación crónica de ganglios linfáticos en niños, por lo cual recomendó lavar bien manos y brazos después de cualquier contacto con uno de estos animales.
Por supuesto, subrayó en un comunicado difundido por el IMSS, hay que evitar que muerda o rasguñe a la persona.
Síntomas más graves de una infección por bartonella henselae son la anorexia o pérdida del apetito, baja notoria de peso, dolor de garganta, supuración de los ganglios linfáticos y aumento de tamaño del bazo y del hígado, así como daños al sistema nervioso, agregó.
Esta bacteria la portan animales infectados por pulgas, de manera que un gato que recibe cuidados difícilmente transmite esta bacteria.
Además, los humanos pueden adquirir la infección sólo si tienen el sistema inmune deprimido por enfermedades crónicas.
Por lo general la enfermedad por rasguño de gato, dijo, no es grave y se considera como autolimitada, es decir con un sistema inmunológico normal hay recuperación total, aunque puede durar semanas y, en ocasiones hasta un año.
Fuente: Natalia Vitela