Una investigación multifacética realizada en 56 países sugiere que los trastornos de asma y alergia infantil en general, registran un alza a nivel del planeta, reseña la revista especializada The Lancet.
El citado estudio, actualmente en su tercera fase, escudriñó datos tomados a cerca de medio millón de niños y reveló que se ha elevado el número de casos de asma, rinoconjuntivitis y eccema, de forma particular entre los infantes de seis y siete años.
Los expertos implicados en el ensayo subrayaron que se evidencia un cambio marcado en la prevalencia de esas enfermedades, cuyo origen debe buscarse en varias causas y no en una sola como método de investigación más acertado.
El ensayo recoge una estadística de la prevalencia de esas enfermedades desde 1992 y contempló el estudio de varias variables de tipo fisiológico, mientras la fase actual tiene que ver con los cambios en la incidencia.
Para la concreción de los sondeos colaboraron los padres y centros escolares donde estudian los pequeños analizados, divididos en grupos de menores y adolescentes, y se valoraron síntomas como silbidos respiratorios, secreción nasal, estornudos y erupciones.
Se constaron incrementos en la aparición de las tres dolencias mencionadas, desde que se inició la fase primera del trabajo (1992) a la tercera.
En los que sufren manifestaciones de los tres trastornos el aumento es de 0.8 a un 1% en las edades de seis y siete años y de 1.1 a 1.2% en los adolescentes de 13 a 14 años.
Los casos de eccema en niños más pequeños y de rinitis alérgica en ambos grupos etarios marcaron mayor índice de incremento, mientras el asma tuvo ligera reducción en adolescentes de naciones que reportaban prevalencia alta cuando estaban en la primera fase del estudio.
Las áreas geográficas correspondientes a países de la costa Pácífico del Asia y la India mostraron un aumento de la aparición de los tres trastornos.
Al respecto, los autores del estudio valoran que los factores desencadenantes podrían comportarse de distinta forma en los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo.
Los científicos tienen en cuenta variables como hábitos alimentarios y modelos de vida, así como la exposición a microorganismos, contaminación ambiental dentro y fuera de los hogares y el nivel económico.
Unas 300 millones de personas sufren de asma en el planeta, cifra que debe aumentar a unos 400 millones en el 2025 y las autoridades sanitarias consideran que esa enfermedad y otras dolencias alérgicas son un problema de peso a escala mundial.
Fuente: The Lancet