La práctica de desintoxicación con jugos se ha vuelto tan común como el uso de desinfectante para manos.
Las celebridades lo hacen; los spas la ofrecen. Las tiendas de alimentos gourmet venden botellas de jugo a precios exorbitantes y pronto un procesador de jugos carísimo facilitará el proceso para aquellos que no están satisfechos con las opciones actuales de “hágalo usted mismoâ€.
Pero vale la pena preguntar: ¿Qué es lo que todo mundo intenta eliminar de sus cuerpos? ¿Y cuál es la ciencia que lo sustenta?
La gente está interesada en esto que llamamos desintoxicación, pero cuando se les pregunta de qué quieren deshacerse, ya no están tan seguros.
Las toxinas existen. Comúnmente, los doctores las definen como algo que entra al cuerpo y tiene un efecto nocivo por sí mismo (como los pesticidas, el plomo o el anticongelante) o en grandes cantidades, como el alcohol o los medicamentos, como el paracetamol. Pero en términos generales, nuestro organismo no tiene problemas para deshacerse de las toxinas sin ayuda.
El cuerpo humano está bien diseñado para eliminar desechos y toxinas, y lo hace con ayuda de varios órganos.
Los riñones y el hígado son los encargados de la mayor parte de la eliminación, pues se deshacen de sustancias del torrente sanguíneo y las procesan para que el cuerpo las excrete en forma de heces u orina.
¿Y cómo es que los jugos podrían ayudar en este proceso? La realidad es que no hay una respuesta.
Es difícil de entender porque no hay pruebas científicas consistentes que demuestren que una limpieza con jugo, o en tal caso cualquier otro alimento, sea particularmente importante para eliminar toxinas.
Esto no quiere decir que tomar jugos de vegetales ricos en vitaminas y antioxidantes no sea bueno para la salud, ni que no sean una herramienta eficiente para perder peso o retomar buenos hábitos.
Después de todo, la dieta de jugos hace que el estómago descanse.
Fuente: Sabrina Tavernise