Exponer a los pacientes a situaciones y lugares temidos, mediante ambientes tridimensionales en los cuales se puede navegar e interactuar, y que al causar la sensación presencial, permiten afrontar los entornos sin aversión, asegura Georgina Cárdenas, investigadora de la Facultad de Psicología.
Por ello, esta dependencia, a través del Centro de Servicios Psicológicos Guillermo Dávila, iniciará por primera vez en México el tratamiento de fobias con realidad virtual.
Inicialmente se proporciona terapia contra los temores a verse en lugares públicos o agorafobia, a volar en avión y a hablar en público, precisó en un comunicado difundido por la UNAM.
Explicó que las fobias son trastornos de ansiedad que se caracterizan porque una persona tiene miedo exagerado e irracional a un objeto o situación de la cual, considera, le sería difícil escapar.
Ante un riesgo o amenaza real el organismo se defiende y activa. No obstante, en este caso, sin que exista tal situación, aparecen síntomas como sudoración, palpitaciones, taquicardia, falta de aire, entumecimientos, miedo a perder el control, a volverse loco y, en un momento dado, la sensación de muerte. En otros casos, puede ocurrir un ataque de pánico, lo cual puede ser discapacitante.
Lo mejor es exponer al paciente a la situación a la que tiene aversión. Antes de la realidad virtual se hacía en vivo, se llevaba al paciente al lugar o situación temidos; después se usó la imaginación donde el paciente lo visualizaba, siempre en compañía del terapeuta, quien le recuerda emplear las técnicas aprendidas para reducir ansiedad y modificar pensamientos, precisó.
Sin embargo, este tratamiento tiene desventajas. Una es el costo; otra, la exposición pública del sujeto. Además, el responsable debía ser experimentado, porque hay variables que no se pueden controlar y la situación puede resultar más agresiva de lo considerado, puntualizó.
Así fue como comenzaron a usarse las nuevas tecnologías en el procedimiento psicológico y exponer a la persona a las situaciones temidas, pero en realidad virtual. Sólo necesita lentes estereoscópicos en un consultorio, y el terapeuta tiene control total de los ambientes que se le presentan.
Para este proyecto, realizado por el Laboratorio de Enseñanza Virtual de Psicología, en colaboración con el Observatorio de Visualización Ixtli de la UNAM y con la universidad española Jaume I, se han creado escenarios familiares, donde el afectado puede caminar solo, con 10 o cien personas, de día o de noche, además de activar estímulos interoceptivos o sonidos de respiración agitada o latidos de corazón acelerado que lo hagan sentirse inmerso. Puede explorar cada ámbito y superar sus miedos.
Fuente: Natalia Vitela