El consumo de café podría estar asociado con un menor de riesgo de desarrollar cirrosis alcohólica, según un estudio de investigadores del Programa de Atención Médica de la institución Kaiser Permanente en Oakland (Estados Unidos) que se publica en la revista Archives of Internal Medicine.
Los participantes del estudio fueron un 22% menos propensos a desarrollar la enfermedad. Virus como la hepatitis C puede causar cirrosis, pero a largo plazo, el consumo elevado de alcohol es la causa más común de esta enfermedad en los países desarrollados.
La mayoría de alcohólicos, sin embargo, no desarrollan esta enfermedad; en su aparición intervienen otros factores como los genéticos, nutricionales, el tabaquismo y la interacción del alcohol con otras toxinas que dañan el hígado.
Los científicos analizaron datos de 125,580 individuos que no tenían enfermedad hepática cuando pasaron por los exámenes iniciales del estudio, entre 1978 y 1985. Los participantes completaron cuestionaros sobre su consumo diario de alcohol, café y te durante el año anterior. Algunas de estas personas también pasaron por análisis de sangre en relación a los niveles de la enzimas hepáticas, enzimas que son liberadas al flujo sanguíneo cuando este órgano se encuentra enfermo o dañado.
Al final del año 2001, 330 participantes habían recibido el diagnóstico de cirrosis, el grupo incluía a 199 individuos con cirrosis alcohólica. Por cada taza de café que tomaron al día, los participantes fueron un 22 por ciento menos propensos a desarrollar cirrosis alcohólica.
El consumo de café también se asoció con una ligera reducción en el riesgo de otros tipos de cirrosis. Entre aquellos a los que se había analizado su sangre, los niveles de enzimas hepáticos fueron superiores en el caso de individuos que bebían más alcohol, lo que indicaba la enfermedad o daños hepáticos; sin embargo, aquellos que bebieron tanto alcohol como café tenían menores niveles que los que sólo consumían alcohol, con la asociación más fuerte entre los que tomaban cantidades más elevadas.
El consumo de té no se asoció con una reducción de los riesgos en el estudio, lo que sugiere que la cafeína no es la responsable de la relación entre el café y un menor riesgo de cirrosis.
Según los autores del estudio, los resultados no sugieren que los especialistas receten café para evitar la cirrosis alcohólica. "Incluso si el café fuera protector, el sistema principal para evitar esta enfermedad es detener el consumo de alcohol", concluyen los investigadores.
Fuente: Nutriguía