Tu Corazón

Trabajar sin parar te puede costar la vida

Expertos comprobaron que las jornadas largas de trabajo aumentan en un 40% la probabilidad de sufrir pulso cardíaco irregular.

¿Qué tan adicto eres a tu trabajo? ¿Realmente necesitamos estar todo el día en el trabajo? Es seguro que nos trae beneficios económicos, pero, ¿qué pasa con la salud?

En ocasiones pensamos que ir a trabajar distraerá nuestra mente de las enfermedades y por arte de magia nos sentiremos mejor. Tal vez sólo dejemos de sentir los síntomas pero el problema persiste. Según un estudio publicado en European Heart Journal, una jornada excesivamente larga puede ser mala para el corazón.

Pasar más de 55 horas a la semana en el puesto de trabajo aumenta en un 40% la probabilidad de sufrir pulso cardíaco irregular, un tipo de arritmia conocida como fibrilación auricular (FA), palpitaciones, quedarse sin aliento o sentir mareos son algunos de sus síntomas.

Cerca de 85,500 hombres y mujeres de mediana edad de diversos países participaron en el estudio. Durante 10 años, los investigadores realizaron un seguimiento de los participantes y concluyeron que una media de 12.4 por ciento cada 1.000 personas había desarrollado la arritmia y, entre los que trabajaban 55 horas o más, la cifra ascendía a 17.6 por cada 1,000 personas.

Estos hallazgos demuestran que las largas horas de trabajo están asociadas con un mayor riesgo de fibrilación auricular, la arritmia cardíaca más común.

¿Qué es la fibrilación auricular?

Una arritmia es un problema con la velocidad o el ritmo de los latidos del corazón. La fibrilación auricular es el tipo más común de arritmia causada por un problema en el sistema eléctrico del corazón.

A menudo las personas con fibrilación auricular no se dan cuenta de los síntomas. Pero pueden presentarse:

  • Palpitaciones, latidos anormales o rápidos
  • Falta de aire
  • Debilidad o dificultad al ejercitarse
  • Dolor en el pecho
  • Mareos o desmayos
  • Cansancio
  • Confusión

La fibrilación auricular puede conducir a un riesgo mayor de ataque cerebral. En muchos pacientes también puede provocar dolor en el pecho, ataque al corazón o fallo cardíaco.

Fuente; Mika Kivimaki

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