Acaba con esos kilos de más

Una vez que las fiestas de fin de año terminaron, al igual que en todo el año, puede comerse de todo, pero siempre debe hacerse con moderación, para evitar sobrepeso u obesidad.

Ésta es una epidemia que en México afecta a alrededor el 40 por ciento de la población, advirtió María Eugenia Velasco, coordinadora de Programas Médicos de la División de la Salud de la Mujer y el Adulto Mayor, de la Coordinación de Programas Integrados de Salud del IMSS.

Precisó varias medidas sencillas que todos pueden adoptar y que son como un “truco” para sentir saciedad: hacer tres comidas diarias y empezar cada una con un buen plato de ensalada o fruta, comer despacio (para que el estómago se distienda y no demande alimento en exceso), consumir un máximo de tres tortillas o un pan al día, y disminuir la ingesta de dulces, chocolates y refrescos (uno de medio litro tiene 400 calorías).

Según diversos estudios, las personas comen mucho más que en el pasado, durante todo el año, y en diciembre llegan a cuadruplicar la cantidad. Lo recomendable es, subrayó Velasco, que se empiece a tomar conciencia sobre el tipo y calidad de alimentación, y que las raciones sean las indicadas por especialistas en nutrición, ya que la mayoría de la gente, agregó, come hasta sentirse completamente satisfecha, a grado tal que no puede ni dormir.

“Hay que comer con calma y concentrándose para controlar la cantidad de alimento, a fin de no llegar a consumir hasta medio kilo de tortillas (cada una tiene 70 calorías) o cinco panes, sólo por gusto o gula. Por ejemplo, si en una cena hay bacalao, comer un plato con un pan, pero no con dos o cuatro”.

Explicó que la capacidad que tiene el estómago normalmente es de mil 500 mililitros, pero cuando cada día se come demasiado, este órgano crece. Para revertir esto y obtener un cambio radical, se debe sustituir el tipo de alimentación por lo más nutritivo y con menos calorías (las frutas y las verduras); y en cantidades muy moderadas, las proteínas (carnes), y el agua, reiteró, que no esté endulzada.

Todo ello implica un cambio de actitud al momento de elegir los alimentos; es decir, si se desea comer queso que éste sea blanco (panela), que los aderezos no contengan grasa (puede preparase con limón y un poco de picante); así como preferir los productos integrales porque tienen fibra, la que al llegar al tubo digestivo no permite que se absorban tanto las grasas y los azúcares.

El problema del sobrepeso o la obesidad no puede atenderse únicamente desde el aspecto de la nutrición, precisó la doctora Velasco Contreras; es una cuestión que también debe abordarse mediante el manejo de trastornos emocionales, porque muchas de estas personas sufren ansiedad, angustia, inestabil dad en sus estados de ánimo, lo cual tienden a compensarlo con comida.

Fuente: David García