Llega la hora de acostarse y no puedes dormir. Inevitablemente le das vuelta a los pendientes y, pasado el tiempo sin conciliar el sueño, te invade la ansiedad.
El 50 por ciento de la población sufre el angustiante insomnio al menos una vez en la vida, lo que lo convierte en uno de los trastornos del sueño más frecuentes.
A veces es temporal y se debe a un cambio en las actividades cotidianas, un periodo de estrés laboral o un problema personal, pero si persiste al menos tres veces a la semana durante más de un mes, se trata de un padecimiento crónico y hay que buscar ayuda con el especialista.
Los especialistas explican que el insomnio es la incapacidad para conciliar, mantener o lograr un sueño restaurador, y el estrés es la primera causa para desarrollar este padecimiento, aunque la depresión también contribuye.
De acuerdo con una encuesta de Laboratorios Sanfer, el 24 por ciento de los entrevistados que padecen insomnio tarda de 30 minutos a una hora en quedarse dormido, y al 38 por ciento le lleva más de una hora.
Vivir con insomnio afecta el rendimiento en el trabajo y en la escuela, subraya, incluso puede influir en la aparición enfermedades más graves como obesidad, hipertensión y problemas cardiovasculares.
Durante el sueño se procesan diferentes estados cognitivos y, si no dormimos adecuadamente, cometemos más errores, nuestro tiempo de reacción aumenta, tenemos menos destreza para realizar cualquier actividad, incrementa el riesgo de accidentes.
Pese a esto, según la encuesta, el 30 por ciento de los afectados por el insomnio no hace nada para atenderlo; 26 por ciento consume remedios caseros; 9 por ciento se automedica, y únicamente el 5 por ciento acude al médico para tratarlo.
Indica que es necesario atender cualquier problema del sueño con un especialista y seguir recomendaciones para lograr dormir, como disminuir el uso de dispositivos móviles en la noche y no tener televisión en el dormitorio.
En caso de experimentar insomnio temporal, se aconseja salir de la habitación mientras no se logra dormir y hacer alguna actividad que favorezca la relajación. Cuando sienta sueño, debe regresar a la cama.
Si lo que le quita el sueño son las actividades que hará al día siguiente, sugiere salir de la habitación y con una luz tenue anotar los pendientes, en qué momento los va a resolver y de qué manera.
Eso te ayuda simbólicamente, sientes que ya descargaste esa preocupación y puedes regresar a la cama.
Fuente: Guadalupe Terán