El deseo sexual en el ser humano varía por razones genéticas y no psicológicas, como se suele creer, según un equipo investigador encabezado por el jefe del Departamento de Genética Humana en la Universidad de Jerusalén, Richard Abstein.
Las primeras conclusiones del estudio, que despierta interés mundial y que difundió el jueves el diario Maariv, indican que sólo 30 de cada 100 personas tienen la mutación genética que intensifica el apetito sexual y las restantes 60 carecen de ella.
De confirmarse esta tesis, en un futuro las perturbaciones sexuales podrían tratarse por medios genéticos, en aparente alusión al empleo de medicinas, y no por la tradicional vía psicológica. + En la investigación participaron, además de expertos de la Universidad Hebrea de Jerusalén (UHJ), otros del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Ben Gurión de Beersheva, y expertos del Hospital Psiquiátrico Herzog, indica el rotativo israelí.
Los investigadores probaron que si se producen ciertos cambios en el gen que influye sobre la sexualidad, se manifiesta en una represión del deseo o una disminución en el funcionamiento sexual, pero, si se producen otros cambios distintos, aumenta el deseo, según indicaron sin especificar de qué cambios se trata en ambos casos.
Los entendidos sostienen que, probablemente, la mutación genética que aumenta ese apetito es relativamente nueva en la historia humana y dataría de los días del Homo sapiens, hace unos 50 000 años.
Fuente: EFE