Varias personas dicen que no pueden practicar yoga porque son sedentarios, no tienen flexibilidad o padecen alguna enfermedad.
Una de las formas de alcanzar equilibrio corporal es a través de las Asanas o posturas de yoga, pero si lo antes mencionado te impide practicarlas tienes como alternativa el karma yoga.
El yoga transformó mi vida porque me enseñó la dicha que puedes experimentar cuando sirves al otro sin esperar nada a cambio. A este servicio se le llama karma yoga.
En la tradición del kundalini yoga, tal y como la enseñó el maestro yogi Bhajan, al finalizar cada sesión dos o tres de participantes sirven el té y ofrecen galletas.
Este es un ejemplo de servicio, pero esta tradición enseña muchas otras formas en las que se puede servir al otro por el gusto de dar.
Todas las enseñanzas espirituales destacan la necesidad de ayudar al mundo y elevar a la humanidad.
El karma yoga se refiere al yoga de la acción y nos invita a rezar por los otros y a realizar rituales de purificación. El objetivo es elevar la conciencia de todos los seres que sienten, del mundo entero. Cuando rezamos abrimos nuestro corazón y ayudamos a las personas por las que oramos.
También invita a servir a todos los seres vivientes de la forma en la que mejor podamos, incluyendo a los animales y a las plantas.
“La practica espiritual personal“, dice David Frawley, autor del libro Yoga & Ayurveda, “debería de ser un servicio para todos los seres o de otro modo tiene muy poco valor. El karma yoga es el principio y el final, los que lo rechazan pierden el verdadero espíritu del yoga”.
Cuando alimentamos a nuestros hijos con todo nuestro corazón o cuando trabajamos y hacemos algo por nuestros compañeros estamos poniendo en práctica el karma yoga.
Con cada pensamiento, intención y acción puedes practicar el karma yoga. Aunque no te sea posible saber el resultado que generarán tus acciones, si puedes elegir tu pensamiento e intención.
Practica el karma yoga
Inténtalo al:
· Brindar apoyo a alguien que lo necesita.
· Cuidar y atender a la pareja e hijos.
· Ofrecer trabajo voluntario en asociaciones civiles.
· Realizar donaciones de tus ganancias a los necesitados.
Fuente: Ana Paula Domínguez