El aspecto de la piel de tu cuello puede hacer la diferencia entre lucir juvenil o con varios años de más. Los rituales esenciales de belleza no deben terminar en la barbilla.
Ese espacio de piel que se extiende desde el borde del rostro hasta la frontera del pecho es en extremo delicado y si no se le dan los nutrientes adecuados, delata implacable el paso del tiempo.
Así que, debido a que las alternativas quirúrgicas que existen para esta zona suelen ser muy invasivas y caras, es preferible que los cuidados para mantenerla en óptimas condiciones sean constantes y preventivos, es decir, que a partir de los 20 años, se tomen en consideración dichas medidas para evitar problemas futuros.
Y es que el tejido cutáneo de esa zona posee poco soporte muscular así como un reducido número de glándulas sebáceas, lo cuál permite que las fibras elásticas que lo conforman se rompan fácilmente al alterarse la microcirculación, derivando en problemas estéticos, los cuales van desde piel seca y doble mentón, hasta los más desagradables como las arrugas o “anillos” y la flacidez.
Cuídalo bien
A pesar de que existen tratamientos específicos para mantenerlo en óptimo estado, muchas mujeres acostumbran utilizar la misma crema del rostro para “cuidar” el cuello.
Desgraciadamente, tanto por la forma de aplicación (casi siempre en forma descendente), como por los ingredientes de dichas cremas, se agrava el problema en vez de solucionarlo.
Una técnica adecuada
Partiendo desde el principio, es básico que se tome en cuenta que la forma adecuada de utilizar cualquier crema en la zona debe ser con movimientos ascendentes y alargados, para estimular la elasticidad y firmeza del área.
Esto se puede reforzar al hacerse suaves masajes a lo largo del día, siguiendo la forma natural del cuello.
Por otro lado, se deberá buscar que cualquier tratamiento que se utilice sea específicamente formulada para ese tipo de piel, pues en ocasiones, los activos que se usan en las cremas de rostro, pueden agregar peso a la delicada estructura del cuello, haciendo más evidentes los problemas de pérdida de elasticidad y firmeza en el mismo.
¿Piel dorada?
El cuello, al igual que el escote, suele estar al descubierto la mayor parte del tiempo, además de tener un bajo conteo de células productoras de melanina, y es por ello que es preciso proveerle cuidado solar. Aplicarse diariamente un protector solar mínimo de factor 15 en tales áreas del cuerpo antes de cualquier tratamiento, es la mejor opción.
Fuente: Adriana Gregorio