Una nueva vacuna que apunta a detener la expansión del virus de transmisión sexual, el virus papiloma humano (VPH), que puede causar cáncer de cuello de útero, debería administrarse a personas de ambos géneros, dijo el lunes un grupo de médicos.
La vacuna de Merck llamada Gardasil fue autorizada en junio por la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) para su uso en mujeres y niñas entre nueve y 26 años.
Gardasil protege contra cuatro tipos de virus del papiloma humano, también conocido como VPH o virus de la verruga.
Un comité asesor del gobierno acordó hace un mes recomendar la vacuna para niñas de 11 y 12 años, para las mujeres y niñas entre 13 y 26 años que no la hayan recibido aún, y para las mujeres que hayan tenido citologías vaginales anormales, verrugas genitales u otro tipo de anomalías.
El doctor Bradley Monk, profesor asociado de Ginecología Oncológica de la Universidad de California en Irvine, declaró que el mejor uso de la vacuna sería administrársela a niños, niñas, mujeres y hombres, independientemente de sus factores de riesgo individual.
“Necesitamos avanzar hacia la teoría que esta es una vacuna universalâ€, declaró Monk en un comentario la revista Obstetrics and Gynecology.
Pero algunos grupos se oponen a la vacunación en las escuelas, argumentando que son los padres los que deberían decidir si inmunizar a sus hijos contra un virus de transmisión sexual.
Los hombres podrían transmitir el virus a sus parejas sexuales, por lo que tiene sentido vacunar a los niños contra el VPH, y eso también los protegería de las verrugas genitales, consideró Monk.
El especialista descartó el argumento que vacunar a las personas contra una enfermedad de transmisión sexual podría aumentar la promiscuidad.
“¿Sólo porque lleves el cinturón significa que conduces de forma arriesgada? O acaso ¿porque le des a tu hijo la vacuna contra el tétanos significa que va a salir y pisar un clavo oxidado?, “por supuesto que noâ€, señaló Monk.
GlaxoSmithKline también está desarrollando una vacuna contra las cepas del VPH que infectan a alrededor de la mitad de los adultos sexualmente activos durante su vida.
El virus es normalmente inofensivo, pero puede conducir a que las células anómalas presentes en el cuello del útero se conviertan en cancerosas. También puede causar cáncer de pene.
“Tener una vacuna que evita el cáncer y no usarla sería una de las peores tragediasâ€, concluyó Monk.
Fuente: Reuters