Mirarse en el espejo y observarse con kilos de más, despeinado, con las uñas sucias y sin un motivo aparente de este descuido puede ser una señal de que algo pasa con sus emociones o de que hay un suceso en su vida que no le deja ganas de “conectarse” con su cuerpo.
“El cuerpo es mucho más que lo bien que se vea: es nuestro mapa, refleja nuestras vivencias, cuidados y descuidos, y hay que escuchar los mensajes que nos entrega”, afirma Amor Díaz, del Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt.
A veces, descuidar el aspecto es un indicio de que algo no lo tiene satisfecho.
“Para cuidar el cuerpo, hay que apropiarnos de él, pues, si no lo reconozco como mío, ¿por qué he de cuidarlo? Primero tengo que tomar conciencia de mis sensaciones, sentimientos, y luego, descubrir mis necesidades auténticas. Esto implica saber lo que es bueno y malo para mí, acercarme a lo que me nutre y alejarme de lo tóxico, tanto en el plano físico como emocional”, agrega la psicoterapeuta gestalt.
El cuerpo puede concebirse en todo ser humano como una frontera que divide lo que lo encarna y distingue de los otros (el aspecto físico) y las sensaciones (parte interna); por eso, el cuidado y la salud tienen que ver con un equilibrio y armonía entre lo que se es externamente y el ser interno, compuesto de emociones.
“Por supuesto, para reconocerlo como propio (al cuerpo), requiere de un buen nivel de autoestima, responsabilidad y libertad interior“, dice la psicoterapeuta.
Si descubres que te encuentras en una situación de abandono y descuido personal, puedes hacer un ejercicio de autoevaluación.
“Tendría que cuestionarme qué está pasando con mi vida, preguntarme: ‘¿Me siento satisfecha o satisfecho en mi rol social?, ¿en mi rol familiar?, ¿de pareja?, ¿ocupacional?’. Ésos son los cuatro roles básicos de la vida”, expresa la especialista.
Una vez que identifiques el motivo del descuido, puedes pedir apoyo psicológico para empezar a trabajar esas emociones de manera que, a mediano o largo plazo, tu cuerpo recupere el cuidado que necesita para estar sano.
Fuente: Amor Díaz