Un poco de estrés durante el embarazo hace bien al feto, sin ponerlo en peligro y dándole instrumentos, químicos y psicológicos, para desarrollarse mejor y más deprisa.
Así lo reveló el resultado de un estudio de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health de Baltimore, Estados Unidos, realizado a 137 mujeres gestantes, con bajo riesgo, entre las veinticuatro y treinta y dos semanas de embarazo.
Según sostiene el estudio, un poco de estrés ayuda a una persona a ser más activa y más eficiente, teniendo en cuenta que ésta no debe ser obsesiva ya que puede transformarse en contraproducente. El estudio, cuyos resultados fueron publicados en el último número de la revista científica Child Development, encontró que los hijos de las mujeres que, durante el período de gestación, tuvieron más estrés, pero siempre entre los límites moderados, eran más desarrollados, a la edad de dos años, que los otros.
Estudios precedentes indicaban que el estrés puede pasar de las madres a los fetos y que, a altos niveles, termina con frenar el crecimiento.
La profesora Janet DiPietro ofrece dos explicaciones del efecto positivo del estrés moderado.
La respuesta química que el físico da ante el estrés acelera el desarrollo del feto, dijo, y las mujeres del estudio que sufrían en el embarazo estrés moderado no estaban enfermas ni con depresiones, y transferían a los fetos la energía y capacidad de reacción “sanaâ€.
Fuente: Infomed