¿Son más eficientes algunos atletas según qué hora del día es?
La triatleta Tara Martin dijo que nunca podía elevar su frecuencia cardiaca en la mañana.
El nadador Richard Friedman comentó que su ritmo cardiaco siempre era más bajo en la mañana. Su equipo de natación realiza el mismo entrenamiento en la mañana que por la tarde, y él nada igual de rápido. Había supuesto que de alguna forma no le estaba poniendo el mismo esfuerzo al principio del día.
“Sin embargo, todo el tiempo me siento lleno de energía”, aseguró.
Le pregunté a William Haskell, investigador del ejercicio y catedrático emérito de medicina en la Universidad de Stanford, si me había topado sin querer con un hecho conocido sobre los ritmos cardiacos después de investigar mis propios patrones de ejercicio: frecuencia cardiaca alta en la noche y baja en la mañana para una sesión de ejercicio idéntica. Sin embargo, se mostró desconcertado.
William Roberts, ex presidente de la Universidad Estadounidense de Medicina Deportiva y médico familiar en la Universidad de Minnesota, dijo que era una “pregunta difícil”. Y agregó: “No tengo una buena explicación fisiológica para el fenómeno que está describiendo”.
Un pequeño grupo de investigadores ha estudiado la interrogante del desempeño en el ejercicio y la hora del día, incluso haciendo estudios de frecuencias cardiacas. Y no solamente son mejores los desempeños ya avanzada la tarde y a primeras horas de la noche, sino que, contrario a lo que pronosticarían los fisiólogos del deporte, las frecuencias cardiacas son también más altas para el mismo esfuerzo.
Un estudio reciente, realizado por el desaparecido Thomas Reilly y sus colegas en el Instituto de Investigación para las Ciencias del Ejercicio y el Deporte, en la Universidad Liverpool John Moores, en Inglaterra, encontró que las frecuencias cardiacas máximas y submáximas de las personas eran más bajas en la mañana, pero que sus percepciones de qué tan duro estaban ejercitándose era la misma en la mañana que más tarde en el día.
Reilly y su colega Jim Waterhouse, en una entrevista publicada este año, también notaron que los mejores desempeños de los atletas, entre ellos los récords mundiales, por lo regular se imponen avanzada la tarde o en las primeras horas de la noche.
Greg Atkinson, también de la Universidad Liverpool John Moores, dijo que algunos investigadores, al observar que las frecuencias cardiacas durante el ejercicio eran más bajas en la mañana, concluyeron que la gente debería ser más eficiente en ese horario, lo que significaría que el ejercicio matutino era más fácil. Por supuesto, a mí me parecía más difícil, pero podría haber estado engañándome. En realidad no, dijo Atkinson. De hecho, es más difícil hacer ejercicio en la mañana.
“La mayoría de los componentes (fuerza, potencia y velocidad) del desempeño atlético es peor a primeras horas de la mañana”, escribió en un mensaje vía correo electrónico. “Se ha encontrado que los índices del esfuerzo percibido durante el ejercicio son más altos temprano en la mañana”.
Si se hace ejercicio a horas avanzadas del día, los músculos están más flexibles y más fuertes y el corazón y los pulmones son más eficientes, dijo Michael H. Smolensky, experto en cronobiología, el estudio del reloj biológico.
“¿Es una frecuencia cardiaca de 140 en la mañana indicativa del mismo nivel de costo de entrenamiento que en la tarde?“, se le preguntó a Smolensky, catedrático invitado al Centro de las Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en Houston.
“Yo diría que no”, agregó. “Los fisiólogos del ejercicio dicen que uno debería ser capaz de desempeñarse al mismo nivel con un ritmo cardiaco de 140 en la mañana, en la tarde o temprano en la noche. Sin embargo, los cronobiólogos dicen que tu capacidad para generar y tolerar un ritmo cardiaco más alto es mejor más tarde en el día”.
De hecho, agregó Smolensky, la gente con riesgo de un ataque cardiaco debería programar sus sesiones de ejercicios en la tarde.
Fuente: Gina Kolata