Lo único que se requiere para contrarrestar los efectos del sedentarismo es constancia. Pasar muchas horas en la oficina no es pretexto. Siga esta rutina.
En el asiento
1.- Sentado, apoye las manos sobre la silla.
2.- Levante las rodillas por encima del nivel de la cadera y sostenga la posición durante 15 segundos.
– Repita tres veces al día.
Para el cuello
1.- Para fortalecer el cuello, mire al frente e incline la cabeza hacia el hombro derecho.
2.- Mantenga 5 segundos y cambie.
3.- Ahora incline hacia adelante y sostenga 5 segundos.
4.- Levante la cabeza y gírela al lado derecho, mantenga 5 segundos y alterne.
Para las vértebras
1.- Descontracture las vértebras sosteniendo el peso de la cabeza con la musculatura del cuello.
2.- Incline hacia atrás la cabeza y descanse la columna sobre el respaldo de la silla.
De pie
Caminar puede complementar las actividades anteriores; siempre que pueda, hágalo aunque sea alrededor del escritorio.
Evite en lo posible utilizar el elevador; prefiera las escaleras, pues esto estimula la circulación sanguínea y aumenta su capacidad pulmonar.
1.- Coloque los brazos de forma que envuelvan la cabeza.
2.- Estire el tronco desde la zona de los omóplatos y axilas.
– Mantenga la postura durante 30 segundos.
Fuente: “Mujer Fuerte, Mujer en Forma”, de Míriam E. Nelson.