Tomar el metro en vez del auto o regular la calefacción de las casas son sólo algunos de los pequeños gestos diarios de la lucha contra el calentamiento climático, un combate de todos los ciudadanos y no sólo de los gobiernos, como afirmaron este viernes los expertos en Bangkok.
Cada individuo juega un papel importante en la lucha contra el calentamiento del planeta, subrayó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (IPCC) en la reunión que celebró desde el lunes en la capital tailandesa.
Los cambios en las costumbres de vida diaria forman parte de las soluciones identificadas por los expertos del IPCC en su síntesis final hecha pública este viernes sobre los medios de atenuar el efecto invernadero que producen las emisiones de gas en el planeta.
“Los cambios de formas de vida y de comportamientos pueden contribuir a la reducción de las emisiones (de gas con efecto invernadero) en todos los sectores”, señaló la síntesis elaborada por los 400 expertos de cerca de 120 países presentes en el IPCC.
Tres altos responsables del Grupo, instituido por la ONU, reiteraron en la presentación del documento a la prensa que ese cambio de estilo de vida no significa “sacrificios” para las poblaciones de países ricos o pobres.
“No es una cuestión de sacrificio. Es una cuestión de cambio”, aseguró Ogunlade Davidson, copresidente de uno de los grupos de trabajo del IPCC.
“Se puede tener un estilo de vida con pocas emisiones de gases con efecto invernadero y seguir beneficiándose de una buena situación económica”, añadió.
Por su parte, el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri, invitó a seguir el consejo del ex presidente estadounidense Jimmy Carter en los años 70, cuando recomendó a la gente disminuir la calefacción de sus viviendas en invierno y vestirse de manga larga en vez de camiseta de manga corta.
Pachauri también rindió homenaje al ex primer ministro japonés Junichiro Koizumi, quien pidió a los directivos de las empresas que renunciasen a la corbata en verano para poder bajar el aire acondicionado en las oficinas.
Otra opción a considerar es hacerse vegetariano, añadió el presidente del IPCC, que es de nacionalidad india, al subrayar sin embargo que ése era un consejo personal y no una posición oficial del Grupo.
“Si las personas comiesen menos carne, quizás estarían más sanas y, al mismo tiempo, contribuirían a reducir las emisiones generadas por la cría de bovinos”, prosiguió.
Producir carne, transportarla, conservarla en neveras y distribuirla a los comercios contribuye a emitir gases con efecto invernadero, recalcó Pachauri.
Según Jean-Marc Jancovici, un asesor francés independiente especializado en temas energéticos, un kilo de carne de vacuno en el plato del consumidor corresponde a 3.7 kilos de dióxido de carbono.
Fuente: AFP