El cáncer infantil es un problema de salud pública, ya que es la principal causa de muerte por enfermedad entre los 5 y 14 años, y cobra más de 2 mil vidas anuales solo en México.
Se estima que cada año se diagnostican cerca de 5 mil casos nuevos de cáncer en menores de 18 años, de los cuales, aproximadamente la mitad son leucemias.
Al menos siete de cada 10 pequeños con cáncer pueden sobrevivir, siempre y cuando sean diagnosticados en forma temprana y reciban tratamiento integral.
Sin embargo, el 75 por ciento de los casos de cáncer infantil se detectan en etapa avanzada, de acuerdo con datos del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia).
Algunos de los obstáculos para la detección temprana es que los médicos de primer contacto no están entrenados para reconocer los síntomas del cáncer infantil y cuando sí se sospecha de esta enfermedad los pacientes son canalizados primero al centro de salud, después al hospital regional, de ahí al hospital pediátrico del estado y finalmente a una unidad de referencia nacional.
Así, el tiempo promedio que pasa entre el inicio de los síntomas el diagnóstico formal de cáncer es de 8 meses.
Los principales síntomas de cáncer infantil son moretones frecuentes, debilidad y cansancio, fiebre sin motivo, bolitas en el cuerpo, mucho sueño, dolor óseo y pérdida de peso.
La media nacional de supervivencia de niños y niñas con carcinoma maligno es del 66 por ciento pero en el estado de Oaxaca baja al 40.5 por ciento.
Fuente: Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia
